

86
Creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología,
Conocimiento e Innovación
On the novel Chilean Ministry of Science, Technology, Knowledge and Innovation
El 31 de mayo de 2018 el Congreso Nacional aprobó por unanimidad (130 votos y una abstención)
en su último trámite legislativo en la Cámara de Diputados el proyecto que crea el Ministerio de
Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (MinCTC&I). En los medios de comunicación se ha
resaltado que esta aprobación haya tenido lugar con el apoyo de dos gobiernos de distinto signo y con
la anuencia transversal de todas las tendencias políticas representadas en el Congreso Nacional. El
Presidente de la República dispone de un año de plazo luego de esta aprobación del Poder Legislativo,
para dictar el decreto correspondiente con la fecha de inicio del funcionamiento de este 24° ministerio
del Gobierno de Chile.
Luego de más de cinco años de peticiones y promesas, la creación de este ministerio hizo realidad
una sentida aspiración de la comunidad científica de nuestro país, que espera que esta nueva institu-
cionalidad permita asegurar el impacto de la ciencia nacional en la generación de conocimiento tan
necesario para el desarrollo de nuestra sociedad.
El proyecto crea una nueva institucionalidad para la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación,
constituyéndose los siguientes organismos operativos: a) un ministerio; b) una Agencia de Investigación
y Desarrollo encargada de las funciones que actualmente tiene la Comisión Nacional de Ciencia y
Tecnología (CONICYT); c) un Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, integrada por 15 miembros
que se encargará de elaborar una estrategia nacional de ciencia, tecnología e innovación para el desa-
rrollo; d) Cinco Secretarías Regionales Ministeriales; e) un Consejo Asesor Ministerial de 8 miembros
con reconocido prestigio en ciencia, tecnología e innovación y f) un Comité de Ministros que incluye
4 ministerios: CTC&I, Hacienda, Economía, Fomento y Turismo y Educación.
El ministerio de CTC&I estará encargado de diseñar, formular, coordinar, implementar y eva-
luar las políticas, planes y programas destinados a fomentar y fortalecer las cuatro áreas que le
dan su nombre y que están íntimamente relacionadas con la investigación científica y tecnológica
nacional.
Lamentablemente nuestro país ha realizado una exigua inversión en el desarrollo de ciencia y
tecnología. Actualmente Chile invierte en este importante rubro solo un 0,38% de su producto inter-
no bruto (PIB), lo cual lo ubica en el último lugar de los países de la OCDE (Organización para la
Cooperación y Desarrollo Económico) al comparar este rubro, en que los países que ocupan los pri-
meros lugares en esta inversión como Corea de Sur e Israel lo hacen con un 4,5% de sus respectivos
PIBs. La ley aprobada no compromete un mayor gasto fiscal para los fines que desea promover. De
aquí nace una inquietud visceral de la comunidad científica que ha empezado a eclipsar el razonable
júbilo que debió experimentar con la aprobación de esta ley. Si la creación de este ministerio no
va aparejada de la voluntad política de aumentar progresivamente el porcentaje del PIB destinado
al presupuesto de este ministerio, la loable proposición de esta ley en pro de fomentar la ciencia,
tecnología e innovación quedará reducida a una nueva modalidad burocrática de administrar los
insuficientes fondos dedicados a estos propósitos, frustrando una vez más los anhelos de quienes
cifraron sus esperanzas en crear una sociedad del conocimiento como una poderosa palanca de
desarrollo de nuestro país.
editorial
Rev Chil Enferm Respir 2018; 34: 86-88