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cuando ocurra en un lapso de tiempo determinado por el ventilador. Si el paciente no inicia la
ventilación el equipo entregará las presiones programadas por el tratante.
La frecuencia respiratoria se mantiene fija y entre las ventilaciones mandatorias el paciente
puede respirar espontáneamente sobre el PEEP.
En esta modalidad se deben ajustar los siguientes parámetros: PIP, PEEP, frecuencia respiratoria
(FR) y tiempo inspiratorio (TI).
Asistido controlado (A/C)
En esta modalidad el ventilador apoya todas las respiraciones espontáneas del paciente. En
caso de que la frecuencia del paciente esté bajo la frecuencia programada (por ejemplo, en caso
de apneas), el ventilador entregará respiraciones “controladas” independiente del esfuerzo res-
piratorio del paciente.
En esta modalidad se deben ajustar los siguientes parámetros: PIP-PEEP-FR-TI.
Ventilación de presión de soporte (PSV)
Al igual que en A/C, el ventilador apoya todas las respiraciones del paciente, sin embargo,
cada ventilación cesa cuando el paciente presenta una disminución del flujo inspiratorio (sensibi-
lidad de terminación). Por lo tanto, es una ventilación en la que el paciente controla el inicio, la
duración y la frecuencia.
En la actualidad no existe evidencia categórica para elegir una modalidad ventilatoria sobre
otra. Sin embargo, existe cierta tendencia a demostrar que en las modalidades gatilladas total-
mente por el paciente (A/C y PSV) la duración de la VM sería menor.
Ventilación por objetivo de volumen
Dentro de las causas del daño pulmonar, el volutrauma se ha considerado como un factor de-
terminante, de manera que la introducción de la ventilación por objetivo de volumen ha permitido
disminuir de forma importante las secuelas a largo plazo.
En diversos metaanálisis se ha observado una disminución de mortalidad o DBP, neumotórax,
días de VM, hipocarbia, leucomalacia periventricular y hemorragia intraventricular (HIV) severa
(III-IV).
Si bien el volumen exacto no se ha determinado, apuntar a un volumen corriente de 4,5
a 6 ml/kg en período agudo parece lo más apropiado. Los ventiladores permiten optar por la
modalidad de volumen garantizado (VG) en la que se fija el volumen corriente en cualquiera de
las modalidades mencionadas previamente, y el ventilador entrega la PIP necesaria para lograr el
volumen programado.
Ventilación de alta frecuencia oscilatoria (VAFO)
Corresponde a una modalidad en que se usan volúmenes corrientes infrafisiológicos (1,5 a
2,5 ml/kg) con frecuencia respiratoria suprafisiológica (9 a 15 Hz) para mantener una presión de
distensión pulmonar constante.
Si bien en algunos estudios ha demostrado ser una estrategia protectora más efectiva que la
ventilación convencional, diversos metaanálisis no logran confirmar los hallazgos y en la actualidad
se reserva para casos en los que no hay respuesta a la VMC y para optimizar el reclutamiento
alveolar en caso de necesidad de óxido nítrico inhalatorio.
Los parámetros que deben programarse son: presión media de vía aérea (PMVA), amplitud (o
Delta P), TI (33% o 1:2 según el ventilador) y FR.
Actualmente, existe la posibilidad de asociar VG a VAFO. Se programa un volumen y el venti-
lador ajusta la amplitud necesaria para lograr dicho volumen.
Monitorización
En todo paciente conectado a VM debe monitorizarse de forma continua frecuencia cardíaca,
respiratoria y saturación arterial de O
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mediante oxímetro de pulso. Además, Rx de tórax inicial
que permita establecer la patología, y posteriormente según evolución.