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noviembre

2016.

Volumen

15

-

N

°

66

17

urgencia, ha demostrado efectividad en reducir la

tasa de hospitalización utilizándolo en dosis

repetidas. Sin embargo, no se ha demostrado

beneficio en el manejo del paciente

hospitalizado

10,11

.

En los pacientes con asma moderado y severo

refractarios a la primera línea de tratamiento

existe evidencia actual que el uso de sulfato de

magnesio endovenoso en bolo y nebulización

continua con broncodilatador puede mejorar el

puntaje clínico de asma y disminuir la progresión

de la insuficiencia respiratoria. El sulfato de

magnesio en bolo o en infusión continua durante

4

horas, utilizado en el servicio de urgencia

disminuye el riesgo de hospitalización en forma

significativa

24-26

. En pacientes hospitalizados

puede frenar la evolución de una exacerbación

asmática a la insuficiencia respiratoria grave, por

lo que este tratamiento se posiciona en segunda

línea dentro del manejo escalonado. La

nebulización continua de broncodilatadores

también podría utilizarse en esta etapa, pero su

utilización por razones de temporalidad puede

resultar preferible en pacientes en AVNI.

El salbutamol endovenoso se plantea como otra

alternativa terapéutica, quedando limitado al

servicio de emergencia o en paciente con asma

refractaria en cama crítica, pues tiene riesgo

de efectos colaterales como complicaciones

cardiovasculares e hipokalemia

6,9

.

Ya en una tercera línea de tratamiento, en el grupo

de pacientes con insuficiencia respiratoria hipóxica

moderada a severa (Pa/FiO

2

o SaO

2

/FiO

2

<

250

,

>

150

) la asistencia ventilatoria no invasiva (AVNI)

ha demostrado ser efectiva, pudiendo iniciarse

desde el servicio de urgencia, optimizando

las condiciones de traslado a intermedio

pediátrico

16-20

.

La sola aplicación de Cpap disminuye el trabajo

respiratorio, aún cuando con la presión binivelada

se optimiza la corrección de la frecuencia

respiratoria y cardíaca a la hora y

4

horas

respectivamente. Se ha demostrado que con estas

estrategias también mejora el depósito de los

fármacos broncodilatadores inhalados

21-23

y se

logra evitar la progresión a insuficiencia

respiratoria grave y necesidad de intubación en

más del

80

% de los pacientes.

La oxigenoterapia de alto flujo se posiciona en

la actualidad dentro del manejo escalonado del

asma agudo como etapa previa y complementaria

a la AVNI. Pese a que la OTAF (oxígeno

termohumidificado de alto flujo) se ha consolidado

en el manejo de la bronquiolitis como pilar de

tratamiento en la insuficiencia respiratoria

hipoxémica moderada y severa con resultados

similares a la AVNI, sólo recientemente obtiene

fundamentos en asma agudo

12-15

. En este sentido

y en niños mayores de

2

años flujos de

20

a

40

LPM, dependiendo de la edad logran suplementar

la demanda ventilatoria, logran termohumidificar

de mejor manera el aire inspirado y reducir el

trabajo respiratorio mejorando la entrega de la

oxigenoterapia con Fio

2

mayores.

La generación con flujos de PEEP variables es

discutible en edad escolar, aún cuando la

disminución del puntaje clínico de asma agudo,

la mejoría de la saturación y la disminución de la

frecuencia respiratoria y frecuencia cardíaca son

resultados actualmente ya reportados. A diferencia

de la AVNI no hay experiencia que reporte un mejor

depósito de las partículas de los broncodilatadores