

Anales Oftalmológicos
Tomo V Vol. IV N˚1 2008 Santiago - Chile
Siendo la oftalmología una especialidad que observa directamente el órgano a su cargo, parecerían
reducirse los conflictos a interpretaciones diversas e incertidumbres de los hallazgos detectados.
Por ser una especialidad quirúrgica, a su vez, comparte los avatares de los procedimientos
invasivos y sus posibles complicaciones, que requieren un manejo ético cuidadoso. Poca atención
se ha prestado al hecho que la oftalmología asume funciones de tamizaje, es decir, explora a
la población en busca de posibles enfermedades ocultas o de manifestación poco aparente,
como son las alteraciones visuales en niños, la toma de tensión en el adulto, y la oftalmoscopía
dirigida a detectar afecciones sistémicas como la diabetes o la hipertensión arterial.
La rama de la medicina que más utiliza el tamizaje es la salud pública, de la cual provienen
gran parte de las reflexiones éticas que también son válidas en oftalmología preventiva. Por de
pronto, un tamizaje ha de ser sensible, es decir, detectar el mayor número de casos afectados
–no creando falsos negativos-, y debe ser específico sólo reconociendo aquellos casos que
realmente lo son –no creando falsos positivos-. El tamizaje aquí discutido equivale a una
prevención secundaria –la detección precoz de alteraciones conducentes a enfermedades- y a
una terciaria –la prevención de complicaciones de enfermedades presentes-.
La oftalmoscopía que pretende detectar el estado vascular sistémico en base a la imagen de
los vasos retinales, cae fácilmente en estos errores, por cuanto las diferencias sutiles de brillo,
trayecto, calibre vascular, o de los cruces arteriovenosos, pueden inclinar al observador a sugerir
patología donde no la hay –falsos positivos-, o diagnosticar como normales las arterias o venas
alteradas –falsos negativos-.
Los requerimientos a un programa de tamizaje adecuado no terminan allí. De las demás
condiciones de un buen tamizaje, se destacan las siguientes, que serán analizadas a continuación
en relación al examen oftalmoscópico de rutina:
La prueba cumple metas específicas
El servicio es confiable
La enfermedad a explorar es severa
Existen medidas terapéuticas efectivas
Las exploraciones poblacionales que no tienen un objetivo preventivo o terapéutico definido,
han de considerarse como investigaciones, sometidas a la ética correspondiente. Las campañas
de tamizaje más características de la oftalmología son las tomas poblacionales de tensión
intraocular, que abordan una enfermedad severa como es el glaucoma crónico simple y ofrecen,
para los diagnósticos positivos, una terapia efectiva, aunque de manejo complejo. Sin embargo,
la toma de tensión no cumple metas claramente especificadas, ya que no se conoce el límite
de tensión entre lo normal y lo dañino. Se opera con una tensión estadística de 20 mm Hg,
que también es producto de una exploración poblacional, pero que tiene incertidumbres en
E D I T O R I A L
TAMIZAJE EN OFTALMOLOGÍA