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Hallazgos radiológicos

La Rx de tórax (Figura 1) muestra una opaci-

dad de bordes bien definidos en el tercio superior

del hemitórax derecho, que se proyecta en situa-

ción retroesternal en la proyección lateral, donde

presenta en especial un borde inferior muy bien

definido. Considerando la edad y el aspecto ra-

diológico, los hallazgos son compatibles con un

timo prominente pero normal, con prominencia

del lóbulo derecho.

No se justifica realizar otros estudios de imá-

genes.

Diagnóstico

Timo normal.

Discusión

El timo es un órgano linfático que, durante la

infancia, se encarga de la maduración de los lin-

focitos T y B. Es de un tamaño mucho mayor en

niños pequeño e involuciona con la edad, siendo

reemplazado casi en su totalidad por tejido graso

en el adulto

1

. Su desarrollo embrionario se inicia

en la sexta semana de vida intrauterina y deriva

del tercer y cuarto arco branquial. En la octava

semana realiza su migración hasta su posición

anatómica definitiva. En la décima semana ocurre

una migración de células linfoides desde el híga-

do y médula ósea hasta el timo, generándose así

las dos capas histológicas que lo componen en su

forma madura: una corteza compuesta principal-

mente por linfocitos, y una médula ocupada por

células epiteliales, que son las que se encargan

del proceso de madurar a los progenitores linfá-

ticos

1,2

.

El timo maduro se ubica en el mediastino an-

terosuperior, pudiendo extenderse desde el polo

inferior de la glándula tiroides (al cual se une

con el ligamento tirotímico) hasta el diafragma.

Se encuentra en estrecha relación con el peri-

cardio, arco aórtico, tráquea y vena innominada

izquierda

1,3

. La morfología del timo varía mucho,

incluso entre personas de la misma edad. Lo más

común es que en individuos jóvenes este tenga

forma de “V”, pero se ha visto que también puede

ser unilobulado, trilobulado, tener forma de “X”

o de “V” invertida

1

.

Su tamaño sufre una gran variación con la

edad. Al nacer, el timo normal pesa alrededor de

15 g, aumentando de tamaño hasta alcanzar su

máximo en la pubertad, momento en el que pesa

en promedio 35 g. Posteriormente involuciona y

es reemplazado por tejido adiposo

4

. Las variacio-

nes en tamaño también han sido documentadas,

reportándose un grosor promedio de 1,1cm en el

grupo etario de 6-19 años, en contraste con 0,5

cm en los pacientes sobre 50 años

2

.

Debido a la gran variabilidad que el timo

presenta en su forma y tamaño, es esencial para

todo médico familiarizarse con el amplio espectro

de apariencias que puede presentar en la Rx de

tórax y de esta manera evitar la realización de

exámenes o tratamientos innecesarios. En la Rx

anteroposterior (AP) puede ser difícil distinguir

al timo de la silueta cardíaca en un lactante.

También se puede confundir con una neumonía

o atelectasia de uno de los lóbulos superiores

(Figura 1). Lo que hace la diferencia es que en la

proyección lateral el timo se manifiesta siempre

como una opacidad en situación retroesternal en

la zona del mediastino anterior y es de borde in-

ferior muy bien definido. Generalmente se puede

apreciar como una estructura de bordes lisos. Los

denominados signos de la “vela tímica” (lóbulo

derecho del timo de forma triangular, con una

base bien demarcada por la cisura menor), que se

aprecia en aproximadamente un 5% de los niños

hasta 3 años, y el “signo de la ola” (dado por la

impresión de los arcos costales anteriores sobre

el borde lateral del timo) son también hallazgos

comunes

1

. También puede confundirse con un

tumor mediastínico cuando es prominente en

niños mayores y en ocasiones es necesario com-

plementar con Tomografía Computada (TC). El

timo normal puede también tener una prolonga-

ción posterior y confundirse con una masa del

mediastino medio o posterior.

La ultrasonografía es un examen sencillo y

rápido que permite determinar si la opacidad

corresponde o no al timo ya que éste presenta

un aspecto característico. Además, el timo es

de consistencia blanda, por lo que no causa

desplazamiento o compresión de las estructuras

adyacentes al ser evaluado con esta técnica. De

esta manera, las pulsaciones cardíacas y los mo-

vimientos respiratorios pueden alterar su forma,

lo que no ocurre en el caso de un tumor u otro

proceso infiltrativo

1

.

En la TC en niños menores de 3 años, general-

mente se observa como una estructura de bordes

convexos. Al crecer su forma se va tornando más

triangular

1

. Un estudio en el que se realizó TC de

tórax a 783 pacientes, encontró que la forma más

común de este órgano es en “punta de flecha”

(bilobulado). Además concluyen que a medida

que aumenta la edad de los pacientes, no solo

disminuye el tamaño tímico, sino también el

Rev Chil Enferm Respir 2016; 32: 251-253

L. Kittsteiner M. et al.