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www.neumologia-pediatrica.clcoinfección por CMV y VRS; Stagno S. y colaboradores des-
cribieron este cuadro clínico que se manifiesta en pacientes
inmunocompetentes, infectados en el canal del parto o a
través de la leche materna, además estos autores encontra-
ron que la tercera parte estaban coinfectados por
Chlamydia
trachomatis
,
Pneumocistis jiroveci
,
Ureaplasma urealíticum
,
enterovirus u otros virus respiratorios como el VRS
(14-16)
.
Dworsky ME y colaboradores
(16)
demostraron que la ex-
creción viral comenzaba a las 6-14 semanas, lo que coincide
con el inicio de los síntomas, que son inespecíficos, los más
frecuentemente encontrados fueron taquipnea, tos seca, sien-
do más característica la coqueluchoídea, ausencia de fiebre, a
la auscultación estertores difusos y ausencia de sibilancias. La
Rx de tórax evidencia un patrón predominantemente inters-
ticial bilateral, difuso. Todas estas características las presentó
nuestra paciente, con la sola excepción de las sibilancias, las
que pueden ser atribuidas a la presencia del VRS.
El caso clínico 2 se manifestó como una EPIC, la que ha
sido descrita en pacientes inmunocompetentes luego de una
neumonía por CMV, también ha sido asociada al virus de Eps-
tein Barr
(17)
. Este cuadro se caracteriza por la persistencia de
síntomas respiratorios, aparición de “velcro”, dependencia de
O
2
, desde el punto de vista radiológico se observa progresión
del patrón intersticial, vidrio esmerilado, presentando buena
respuesta a la terapia con corticoides. CMV en el último
tiempo ha adquirido mayor importancia debido al aumento
de los pacientes inmunodeficientes, lo que se explica por el
número creciente de trasplantes, especialmente renal y a la
epidemia de SIDA.
El caso clínico 3 presentó una neumonía multifocal por
CMV a los 2 años de practicársele un trasplante renal, en
terapia inmunosupresora, diagnosticada precozmente con
buena respuesta al tratamiento. En los trasplantados renales
cerca de un 50% presenta una primoinfección y el 85% de
ellos el virus recurre, pudiendo causar el rechazo del órgano,
lo que se asocia a una disminución de la sobreviva
(12,13)
.
El caso clínico 4 se manifestó como una neumonía de
evolución inusual y grave, además presentó un síndrome
diarreico prolongado y desnutrición, motivo por el cual se
solicitó antigenemia VIH que resultó positiva, en consecuen-
cia se buscaron agentes oportunistas, aislándose CMV y PJ,
los cuales producen infecciones respiratorias indicadoras de
SIDA. En una revisión reciente
(9)
la mayoría de los casos de
enfermedad por CMV se produjeron en menores de 6 me-
ses de edad, en el 56% de estos pacientes fue la enfermedad
de debut del SIDA.
En la cohorte Chilena de niños y adolescentes expuestos/
viviendo con VIH/SIDA
(8)
en el 20% la sospecha de VIH fue
por una infección producida por CMV, en cambio la produ-
cida por PJ sólo se encontró en el 2%. Durante la evolución
de esta misma cohorte la infección oportunista que más
se detectó fue por CMV en el 41%, especialmente a nivel
pulmonar, menos frecuente PJ (7%). En cuanto a los falleci-
mientos algo más del 50% fue por causa infecciosa, el agente
más frecuentemente involucrado fue CMV en el 23% de los
fallecidos por neumonía.
Stagno S. y colaboradores
(18)
, revisaron los métodos diag-
nósticos del CMV, el que clásicamente se hacía en cultivos,
donde se puede observar el efecto citopático característico,
es decir, células gigantes e inclusiones intranucleares basófilas
con halo, pero en la actualidad no es utilizado por ser un
método lento. El cultivo acelerado (SV) presenta una alta
especificidad y sensibilidad, además es rápido, el resultado
se obtiene en 24 a 48 horas, usado especialmente en orina,
saliva y en secreción bronquial, obtenida mediante LBA, es
la técnica de elección y fue la que empleamos en nuestra
serie
(18-20)
.
La antigenemia en sangre también es rápida se obtienen
resultados en el plazo de 6 horas, esta técnica al igual que la
de SV permite identificar virus con capacidad replicante
(18)
.
La RPC es sensible y específica, siendo de gran rapidez en
distintas muestras, pero la sola detección del ADN viral no
distingue entre virus replicante y en estado latente
(18)
.
La serología que permite identificar IgG e IgM anti CMV
no es usada en el diagnóstico, debido a la alta seropreva-
lencia, su mayor utilidad es poder distinguir entre individuos
infectados de no infectados o susceptibles
(18)
, estos últimos
tienen un alto riesgo de adquirir la infección, especialmente
en condiciones de inmunosupresión, como ocurre en los
trasplantes de órganos
(12,13)
. GCV es efectivo en el tratamien-
to, antes de la introducción de este antiviral la letalidad en
inmunosuprimidos era cercana a 100% Los efectos tóxicos
más frecuentes son a nivel hematológico, generalmente re-
versibles. Además en adultos puede alterar la función renal y
hepática, en niños se observan con menor frecuencia
(21-23)
. En
nuestra serie lo utilizamos en forma exitosa en 3 pacientes,
dos de los cuales eran inmunocomprometidos, no obser-
vamos efectos indeseables, en el único caso en que no fue
necesario usarlo por buena evolución espontánea, el paciente
era inmunocompetente.
Otros antivirales escasamente usados en pediatría son
valganciclovir, foscarnet y cidofovir, los que presentan un alto
grado de nefrotoxicidad
(21)
. La inmunoglobulina hiperinmune
asociada a GCV es útil en la prevención y tratamiento de la
enfermedad grave en inmunocomprometidos, especialmente
en el trasplante renal y de médula ósea
(12,13,23)
.
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Citomegalovirus: modalidades broncopulmonares de presentación - J. Maggiolo et al.