

549
3. Clasificación según perfil temporal:
a.
Aguda:
Episodio único, sin episodios previos, habitualmente con sintomatología asociada,
siendo los ejemplos más frecuentes: Enfermedad febril sistémica, primer episodio de una
migraña, hemorragia intracraneana (MAV, HSA) y trauma. La cefalea aguda de inicio súbi-
to (segundos a 1 minuto), severa, rápidamente progresiva, siempre debe ser interpretado
como secundaria a lesión encefálica aguda.
b.
Aguda recurrente:
Eventos periódicos separados de intervalos libres de síntomas, suele
ser el perfil de las cefaleas “benignas” y es la forma de presentación más frecuente de la
migraña. Sólo la presencia de los signos de alarma o banderas rojas (tabla 1) al examen
neurológico permite sospechar lesión encefálica.
c.
Crónica progresiva:
Aumento de la frecuencia y severidad a lo largo de los días. Es la forma
de presentación menos común. Usualmente se acompaña de signos de HTE. La cefalea
crónica de inicio insidioso, persistente y progresiva siempre debe ser considerada como
secundaria a una lesión encefálica o enfermedad subyacente
d.
Crónica no progresiva:
Es el perfil más frecuente de la cefalea tipo tensión, habitualmente
asociado a estrés o ansiedad. No asociada a signos de HTE o enfermedades neurológicas.
Examen neurológico normal. Más frecuente después de los 12 años.
e.
Mixta:
Cefalea aguda recurrente que se sobrepone a un patrón diario o casi diario de
cefalea crónica no progresiva. El paciente es capaz de diferenciar los 2 tipos de cefalea.
Examen neurológico normal.
Diagnóstico y evaluación
1. Criterios diagnósticos
La Sociedad Internacional de Cefalea (IHS) ha establecido criterios diagnósticos para prácti-
camente todos los subtipos de cefalea, ya sean primarias o secundarias, en la Clasificación de la
Sociedad Internacional de Cefalea Tercera edición beta (ICHD-3
β
) estableciéndose algunas modi-
ficaciones en niños para mejorar su sensibilidad, como por ejemplo se acepta duración menor de
2-72 horas y la localización bilateral, frecuentemente frontal (Anexo 1).
2. Evaluación
Debe incluir una historia clínica completa, examen físico general y neurológico.
Dentro de la historia clínica es necesario analizar: Edad de inicio, patrón o evolución temporal,
localización, frecuencia, intensidad, carácter, duración, horario, pródromos, síntomas acompañan-
tes, presencia de aura, desencadenantes, exacerbantes y/o atenuantes, antecedentes mórbidos
e historia familiar.
El examen físico debe incluir signos vitales, especialmente temperatura y presión arterial,
parámetros de crecimiento, circunferencia craneana, signos cutáneos sugerentes de enfermedad
neurocutánea, y examen neurológico completo que incluya examen mental y fondo de ojo.
Tabla 1. Síntomas y signos de alarma o banderas rojas
Historia
Examen físico
• Menor de 3 años
• Hipertensión
• Cefalea matutinos o nocturnos
• Circunferencia craneana > Pc 95
• Vómitos matutinos o nocturnos
• Marcadores neurocutáneos
• Cefalea que empeora con Valsalva o esfuerzo
• Signos meníngeos
• Inicio explosivo
• Edema de papila
• Patrón crónico progresivo
• Movimientos oculares anormales
• Deterioro en el rendimiento escolar o cambios de personalidad • Asimetría motora
• Alteración de conciencia
• Ataxia
• Epilepsia
• Trastorno de la marcha
• Reflejos anormales