Table of Contents Table of Contents
Previous Page  237 / 864 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 237 / 864 Next Page
Page Background

236

Si la causa es aporte externo de álcali, este se debe suspender (bicarbonato, citrato, lactato).

Cabe destacar que el bicarbonato administrado en una acidosis láctica y en el manejo de la ce-

toacidosis diabética, también debe ser visto como un aporte en exceso, que muy probablemente

generará una alcalosis de rebote, puesto que al corregir la causa de base, tanto el lactato, como

el beta-hidroxibutirato, se metabolizarán y producirán bicarbonato.

En alcalemias severas (pH > 7,55 y/o HCO

3

> 50 mEq/L), la idea es lograr una corrección inicial

que permita llevar el pH por debajo de 7,55, reduciendo el bicarbonato plasmático a niveles por

debajo de 40 mEq/L.

En la alcalosis metabólica cloruro sensible el manejo consiste en reexpansión del volumen

circulante efectivo a través de la administración de soluciones con NaCl y la corrección del déficit

de K

+

(usar KCl y no otras presentaciones de potasio, como gluconato de potasio).

En la alcalosis metabólica cloruro resistente, igualmente evaluar y corregir hidratación si

procede. Generalmente cursan con normo o hipervolemia. Tratar la causa de base removiendo la

fuente de mineralocorticoides. Intentar antagonizar el efecto de mineralocorticoides con diuréti-

cos ahorradores de K

+

como la espironolactona (1-3 mg/kg/día) o amiloride. Restricción de sodio

y corrección del déficit de K+ si procede. Medición y reposición de magnesio que acompaña a

veces a la hipokalemia.

En estados edematosos (insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática y síndrome nefrótico), la alca-

losis es secundaria a diuréticos. Estos pacientes se benefician de reemplazar el diurético por uno

ahorrador de potasio. Se puede agregar acetazolamida, un diurético inhibidor de la anhidrasa

carbónica luminal, lo que aumenta la excreción urinaria de bicarbonato.

En pacientes con alcalosis severa que no responde a ninguna de las medidas mencionadas o

tiene alguna contraindicación para su uso, lo que se ve frecuentemente en pacientes en falla renal

aguda o etapas avanzadas de enfermedad renal crónica, se puede corregir este trastorno con uso

de terapias de reemplazo renal continuo.

Bibliografía

1. Berend K, de Vries APJ, Gans ROB. Physiological Approach to Assessment of Acid-Base Disturbances. N

Engl J Med. 2014;371(15):1434-45.

2. Luke RG, Galla JH. It Is Chloride Depletion Alkalosis, Not Contraction Alkalosis. J Am Soc Nephrol.

2012;23 (2):204-7.

3. Rose BD, Post TW. Clinical Physiology of Acid-Base and Electrolyte Disorders, 5

th

ed, McGraw-Hill, New

York 2001. p. 551.