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Máscara equimótica
Color violáceo de la cara que respeta mucosas, acompañado frecuentemente de petequias.
Producto del estasis venoso por compresión de los vasos del cuello como sucede con las circulares
de cordón. De buen pronóstico, no requiere tratamiento.
Hemorragia subaracnoidea
Es la más frecuente en el período neonatal. De origen traumática en el RN de término, a la
combinación de hipoxia y trauma en el RN pretérmino. Generalmente silente. Pueden aparecer
convulsiones o fiebre, a las 24 o 48 horas después del nacimiento, como única manifestación.
ecografía o TAC permiten evaluar extensión del sangramiento y aparición de hidrocefalia poshe-
morrágica.
Hemorragia subdural
Se ubica sobre los hemisferios cerebrales o en la fosa posterior. Se ha observado en par-
tos rápidos de primíparas, en fórceps altos o en RN GEG. La clínica depende de la cantidad y
localización del sangramiento. En hematomas sobre los hemisferios puede ser silente, hacerse
clínicamente aparente en los primeros días de vida o no aparecer hasta la 6° semana. Cuando
aparece precozmente se caracteriza por signos de hipertensión endocraneana, ictericia y anemia.
El hematoma de comienzo tardío se caracteriza por aumento del perímetro cefálico, vómitos,
curva ponderal plana y convulsiones. Diagnóstico con ecografía encefálica y tratamiento con-
servador. El hematoma de fosa posterior suele coexistir con desgarro del tentorio y de la hoz,
altamente mortal.
Hemorragia cerebelosa
Muy infrecuente. Se observa en prematuros con parto traumático. Clínica caracterizada por
apneas, anemia y muerte.
Hemorragia epidural
Muy infrecuente. Caracterizada por anemia progresiva, hipertensión intracraneana y síntomas
neurológicos focales. El diagnóstico se hace por Ecografía o TAC y el tratamiento es quirúrgico.
Fractura de clavícula
Es la lesión ósea más frecuente, 0,2 a 3,5% de los RN. Se produce por dificultad del paso de
los hombros o diámetro biacromial por el canal del parto en RN GEG o en podálica con extensión
de brazos, altamente relacionada con el elevado peso del RN más que con una mala práctica
obstétrica. La sintomatología es sutil (crepitación, tumefacción local, signo de la tecla, reflejo de
Moro asimétrico, irritabilidad), siendo preciso buscarla en la exploración neonatal. La evolución
es favorable, con formación de un sólido callo de fractura identificable a los pocos días de vida y
curación «
ad integrum
». Se describen 2 tipos:
No desplazadas o en tallo verde
Frecuente, asintomática. Aparece callo alrededor del 7º día de vida, no requiere inmovilización.
Desplazadas
Con disminución del movimiento del brazo del lado afectado, reflejo de Moro incompleto,
crepitación y signo de la tecla. Buen pronóstico, resolución en 2 meses. Algunos recomiendan
inmovilizar la extremidad con el codo flexionado y el brazo en abducción por 10 días.