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HIPERTENSIÓN / 2016 / VOL. 21

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INTERVENCIONES ENDOVASCULARES

EN ESTENOSIS DE ARTERIA RENAL: ¿CUÁNDO?

Nefrólogo Intervencional

Hospital Clínico Regional de Concepción, Concepción

Universidad Católica de la Santísima Concepción

Dr. Luis Núñez Peirano

INTRODUCCIÓN

Las dos principales enfermedades que afectan las arterias renales son la displasia

fibromuscular (DFM) y la estenosis de la arteria renal de causa ateroesclerótica, llamada estenosis

aterosclerótica de la arteria renal (EAAR).

En 1977 se realizaron las primeras angioplastías de arteria renal con balón, por Félix Mahler

en Berna y por Andreas Grüntzig en Zurich

1

. Los mejores resultados se obtuvieron en casos de

estenosis por fibrodisplasia muscular, con una tasa de éxito técnico de 82% a 100%. Sin embargo,

la angioplastía con balón de lesiones ateroescleróticas ostiales tenía una baja tasa de éxito técnico

(50% a 62%) y una elevada tasa de re-estenosis de hasta el 47%. La introducción del stent por

Palmaz en 1987 mejoró los resultados de la revascularización renal en pacientes con EAAR y

dos estudios aleatorizados bastaron para determinar la superioridad de la angioplastía con stent

comparada con la angioplastía con balón sin stent, en términos de éxito técnico al momento del

procedimiento y re-estenosis posterior

2

. Actualmente, la tasa de re-estenosis antes del año puede

llegar hasta el 20%, dependiendo del diámetro de la arteria renal

3

.

Alrededor del 10% de los pacientes tienen DFM. En general, son pacientes predominantemente

mujeres menores de 50 años, en quienes si el diagnóstico de hipertensión arterial (HTA) es menor

de 8 años, el tratamiento con angioplastía renal percutánea con balón (PTRA) tiene una probabilidad

de curar/mejorar la HTA entre el 14% a 59% y 21% a 63% respectivamente

4

, con tasas de re-

estenosis después de la PTRA de entre un 7% a un 27% a 5 años

5

. No hay mucha discusión del

beneficio de la angioplastía en estos pacientes.

La EAAR representa más del 90 % de las lesiones y se produce normalmente en el

ostium y tercio proximal de la arteria renal, correspondiendo probablemente a una extensión de la

enfermedad aterosclerótica procedente de la arteria aorta

6

. La EAAR es una enfermedad progresiva:

entre el 11% y 18% de las arterias se ocluyen en 2,6 a 5 años

7,8,9,10

. El peor pronóstico lo tienen

aquellos pacientes con EAAR unilateral con oclusión de la arterial renal contralateral

11

y aquellos

que presentan una estenosis de la arteria renal de más del 60% de su lumen

12

.

En la últimas dos décadas se han desarrollado numerosos métodos de imágenes no

invasivos para el diagnóstico de la EAAR (ver diagnóstico radiológico y nuclear de la estenosis de

arteria renal). Esto ha permitido diagnosticar cada vez mayor cantidad de pacientes portadores

de EAAR (Tabla 1). En ellos, a diferencia de los pacientes con EAR por DFM, la HTA rara vez es

causada exclusivamente por una isquemia renal, siendo más probable la coexistencia de hipertensión

arterial esencial con una aceleración de la hipertensión preexistente, por activación del sistema

renina – angiotensina – aldosterona (SRAA) determinado por una EAAR hemodinámicamente