

Tomo VI Vol. V N˚1-2-3 · 2014 · Santiago - Chile
RESUMEN
El síndrome del niño maltratado (AHT) es una forma de maltrato infantil, con una mortalidad de
25 %. Frecuentemente no tiene características clínicas específicas y no hay historia de trauma.
Epidemiología: Ocurre principalmente en niños menores de cuatro años de edad, siendo la
edad media los 4 meses. El abusador es normalmente hombre y con mayor frecuencia el
padre del niño.
Manifestaciones Clínicas: Los motivos de consulta son: convulsiones, dificultad para
respirar, apnea o letargia. Los niños con AHT pueden tener desde un examen físico
normal, signos inespecíficos hasta llegar a presentar cuadros muy floridos, con riesgo vital
y requerir reanimación vigorosa.
Hallazgos Oculares: Los niños víctimas de AHT normalmente tienen hallazgos oculares
anormales, lo que hace esencial el examen oftalmológico si existe sospecha de abuso. Existen
signos de trauma directo, tales como equimosis periorbitaria, hemorragia subconjuntival, hifema
o fracturas de pared orbitaria, mientras que hay otros que orientan hacia trauma indirecto,
tales como las hemorragias retinales y signos tardíos de daño directo severo como la atrofia
del nervio óptico, desprendimiento de retina, cicatrices retinales y rotura coroidal.
Conclusiones: El AHT es un problema de salud pública, sin embargo el diagnóstico permanece
difícil y desafiante para los médicos involucrados en la atención ya que no existen hallazgos
patognomónicos de maltrato. En este cuadro en particular el oftalmólogo juega un rol decisivo
detectando y previniendo mayores abusos.
REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SHAKEN
BABY SYNDROME
Constanza Pérez S.
1
INTRODUCCIÓN
El síndrome del niño maltratado o sacudido,
también conocido como traumatismo cra-
neoencefálico por maltrato o no accidental,
desde ahora AHT (abusive head trauma), es
una forma de maltrato infantil
1
, teniendo una
mortalidad de 25 % y causando más del
50% de las muertes por abuso
1,2
.
Frecuentemente los niños con lesiones
craneoencefálicas producidas de forma no
accidental, se presentan con características
clínicas no específicas y sin historia de trauma,
por lo que se habla de traumatismo oculto
1
.
El cuadro de múltiples traumas ocultos fue
planteado por primera vez en 1946, luego
en 1970 se definió el síndrome de shaken
baby y finalmente, en 1976, Gilkes fue el
primero que documentó la alta frecuencia de
hemorragias retinales en este síndrome. Este
concepto es muy reciente en la historia de
la medicina, lo que explica cierta dificultad
por parte de los médicos para sospecharlo
y no empatizar con los cuidadores
3
.
1. Internado Electivo Oftalmología, Hospital del Salvador, U. de Chile