Boletín HCSBA

• Disminución marcada en número y variedad de las personas y animales cercanos con quienes se hace intercambio. Si consideramos dicho intercambio como fuente primordial de la información, formación y evolución de la personalidad, esta sería una modificación relevante, que debiese ejercer impacto intenso y prolongado. Al igual que el cambio anterior, afectaría a todas las etapas de la vida; en especial las iniciales ya mencionadas. No obstante, la existencia y el uso intenso de los medios digitales de comunicación pudiese atenuar o modificar sus efectos. • Cambio en el origen de los intercambios. Durante la pandemia han predominado los intercambios (intelectuales, emocionales y afectivos) con humanos con quienes hay un nexo estable (de sangre o relación afectivo-social). En la realidad chilena de 2010-2019 había una proporción alta y creciente de niños en instituciones de cuidado y educación (salas cuna, jardines, escuelas, hospitales…). Esos niños y adolescentes interactuaban con compañeros o personal de esos lugares y, así, tenían muchos intercambios de origen extrafamiliar que, por la reclusión, disminuyeron. Estos intercambios se realizaban con individuos que provenían de realidades variadas y diversas a las del medio familiar de cada menor. La adquisición de conductas y valores influidos por estas interacciones extrafamiliares pudiese haberse visto afectada. Se puede suponer que la variación en el origen de los intercambios tiene mayor impacto en las edades iniciales. • Aumento en frecuencia y duración del intercambio por pantallas, con el sedentarismo asociado y sin olvidar que da acceso al mundo; pero distancia de las personas más cercanas. • Presencia intensa y constante de situaciones amenazadoras en los diálogos entre personas y en medios de comunicación masiva. Gran frecuencia de miedo a la enfermedad motivadora o a los cambios que de ella y de su control derivan. • Condiciones anómalas para despertar o iniciar el amor o relaciones estables de afecto. Al menos, ha habido reducción de la posibilidad de estar cerca y tener contacto físico. En culturas que expresan el afecto mediante este contacto (ejemplo: abrazos) esto sería muy perceptible. • Reducción del espectro amplio de atenciones que el sistema de salud brinda a la población; cuyas consecuencias son fácilmente desglosables por quienes lean estas líneas. Quienes trabajamos en el sector salud creemos que el control clínico reviste gran importancia en la mantención, promoción y protección de la salud humana. Claramente, el control periódico y regular de niños y adolescentes se ha visto reducido en intensidad y frecuencia: la posibilidad de anticiparse a daños se ha visto afectada. Todo eso retrasaría las medidas de apoyo y la posibilidad de diagnóstico precoz, tratamiento y rehabilitación. • Para tratar las edades más afectadas por la pandemia se desvió recursos (ejemplo: conversión de camas pediátricas a camas de adultos) destinados a niños y adolescentes, reduciendo la posibilidad de tratar inmediatamente. Esto obligó a que equipos de salud que habitualmente los atienden, tuviesen que adaptarse al cuidado de otras edades de la vida; situación que amerita un análisis laboral profundo. 4 septiembre 2021. Volumen 20 - N ° 80

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