Boletín HCSBA

9 y las alergias alimentarias. Puede agregarse a ello la infección por Chlamydia trachomatis (CT). Hace ya un año, consulta una madre con su primer hijo Tomás, nacido el 6 de agosto del año 2020. Entre sus antecedentes, su madre destacaba que por dolor abdominal tipo cólico, se efectuó una ecografía abdominal en la tercera semana de vida. La ecografía demostró dos cálculos en la vesícula biliar de 6 y 7 mm. Se interpretó como una colelitiasis vesicular del recién nacido manteniendo pecho exclusivo e inicia ácido ursodesoxicólico como litolítico. Repetida la ecografía se observó persistencia de los dos cálculos a las cinco semanas de vida. Se optó por mantener indicaciones y efectuar una 3era ecografía a las 9 semanas de vida con el Dr. Aníbal Espinoza Gamboa. Esta última ecografía es interpretada como normal. Por presentar diarrea persistente, aunque leve se optó por suspender el ácido ursodesoxicólico con excelente evolución posterior y mantención de lactancia materna con inicio de alimentación complementaria. Su evolución posterior ha sido buena, al año aún mantiene lactancia materna y alimentación complementaria. Poco antes del año de edad, presentó irritabilidad interpretada como probable cólico, su ecografía abdominal fue normal. En algunas otras oportunidades asistimos la sospecha de una mal rotación intestinal, en las cuales una imagen abdominal o la opinión de un cirujano infantil nos ayudó a resolver la duda. La Dra. Sheila Sherlock (nacida en Dublín 1918 y fallecida en Londres 2001), distinguida gastroenteróloga infantil británica, señalaba que muchos recién nacidos y lactantes muy menores presentaban importantes molestias de meteorismo y flatulencia, relacionadas con sobrecarga de lactosa. Ello lo hemos observado en niños que suben muy bien de peso. La mal rotación intestinal la hemos visto más bien como un hallazgo de alguna imagen, aunque su interpretación puede ser difícil. Sin embargo, no cabe duda que las mayores dificultades de diagnóstico y conducta médico-quirúrgica en el periodo neonatal, lo representa la enterocolitis necrosante. Cada caso es un enorme desafío para el neonatólogo y cirujano infantil. Ocasionalmente hemos asistido a una constipación pertinaz e irritabilidad extrema en RN o lactantes muy menores con fisura anal. Lactante Al iniciar mi beca de Pediatría me llamó mucho la atención la frecuencia del diagnóstico de Reflujo Gastroesofágico (RGE), muchos de ellos operados. Cuando llegó el Dr. Santiago Prado Palma como Jefe de servicio, señalaba "no puedo entender como casi todos los niños hospitalizados tienen RGE, no es comprensible como hecho clínico". Con el tiempo pudimos darnos cuenta que había un sobre diagnóstico de esta patología. Sin embargo, tal vez ese no era el problema, sino que cual era el verdadero diagnóstico. Hoy se ha vuelto nuevamente de moda este diagnóstico, con diversas estrategias terapéuticas (posición, uso de derivados de la procainamida como metoclopramida y otros, cisaprida con todos sus riesgos, inhibidores gástricos de la bomba de protones, probióticos, etc). En el lenguaje campesino o campechano se dice "si la guaguita está regurgitando está engordando" y no dejan de tener razón. El tema a discutir es conocer claramente la diferencia entre vómito (proceso activo) y regurgitación (proceso pasivo), la capacidad gástrica del lactante menor, el tipo de diciembre 2021. Volumen 20 - N°81

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