Boletín HCSBA

20 prevenir patologías a nivel cardiovascular. Pero en niños, niñas y adolescentes es fundamental para mantener una nutrición adecuada, favorecer la salud mental, el desarrollo osteomuscular y optimizar el desarrollo tanto motor, cognitivo, emocional como psicosocial. Los niños que son activos cuando son pequeños tienen más probabilidades de continuar siéndolo durante toda la vida, sin embargo, las restricciones de distanciamiento físico han alterado drásticamente las oportunidades de los niños para ser físicamente activos. En algunos estudios realizados en población pediátrica, se segmenta la actividad física en dos grupos: actividad física organizada (Ej.: deportes en equipo, clases de natación, clases de baile) y actividad física no estructurada (Ej.: desplazamientos activos al colegio, caminar, juego activo con amigos). Ambas contribuyen de forma distinta al desarrollo y son complementarias para favorecer la salud de los niños, comprendiendo que no son sustitutivas entre sí. En un estudio longitudinal realizado en China durante el año 2020 por Xiang et al , se investigó el impacto de las restricciones en la actividad física y tiempo frente a la pantalla durante el confinamiento. La población de estudio corresponde a 2426 niños y adolescentes entre 6 y 17 años de cinco escuelas de Shangai. Se utilizó el cuestionario GPAQ desarrollado por la OMS y fue aplicado previo a pandemia y durante ésta. Se informó una reducción drástica del tiempo dedicado a actividad física, de 540 min/semana antes de la pandemia a 105 min/semana durante pandemia, es decir, hubo una reducción de 435 min/semana (7,25 hrs). Durante la pandemia, la prevalencia de estudiantes físicamente inactivos aumentó considerablemente del 21,3% al 65,6%. En este mismo estudio se observó que el tiempo de exposición a pantallas (incluyendo actividades académicas y tiempo libre) aumentó considerablemente durante la pandemia, con un total de 1730 minutos/semana (30 horas/semana aproximadamente). Es decir, existe un aumento promedio de 280 min/semana (4,6 hrs.), al ser comparado al período pre pandemia. Australia Occidental tiene un contexto único para investigar los efectos de COVID-19, en particular porque no hubo transmisión comunitaria sostenida de COVID-19 durante nueve meses. En un estudio publicado por Nathan et al durante el año 2021, se aplicó una encuesta en línea a padres de 157 niños entre 5 y 9 años. Esta encuesta incluía medidas validadas de la actividad física de sus hijos (no estructurada, organizada, en el hogar y juego activo en el interior o al aire libre). Los minutos semanales de actividad física total no cambiaron entre antes y durante la pandemia, pero al analizar la frecuencia y duración de actividad física total y domiciliaria, se pudo concluir que el tiempo de actividad física no estructurada aumentó significativamente. La frecuencia y la duración total de la actividad física organizada disminuyeron significativamente durante las medidas restrictivas durante el peak de la pandemia en dicho país. Según las respuestas de los padres, se puede concluir que la actividad física no estructurada se vio favorecida debido a que las cuarentenas no tuvieron larga duración y se pudo realizar uso de espacios públicos como parques, los niños jugaban entre ellos en las calles locales, intentos directos de los padres en manejar los problemas de salud mental mediante aumento de actividad física, etc. diciembre 2021. Volumen 20 - N°81

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