Previous Page  34 / 56 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 34 / 56 Next Page
Page Background

Tomo VI Vol. V N˚1-2-3 · 2014 · Santiago - Chile

EPIDEMIOLOGIA

El SDP y GP afectan típicamente a jóvenes

miopes y son más prevalentes en caucásicos.

Un punto en que se pueden diferenciar es la

predominancia según sexo. A diferencia del

SDP, el cual es igual de frecuente tanto en

hombres como en mujeres, el GP presenta

una prevalencia mayor en hombres (78% a

93% de los pacientes con GP)

4

, Sin embargo

no hay acuerdo general de la prevalencia

en el SDP en relación al sexo, de hecho

faltan publicaciones basadas en estudios

poblacionales que confirmen lo expuesto.

Es aceptada la mayor prevalencia en caucásicos

en comparación con población de raza negra.

Sin embargo un punto a considerar es la

dificultad de diagnosticar estas patologías en

raza negra por la presencia de un trabéculo

mas pigmentado en comparación a los

caucásicos.

En 1993 Rich y col. plantean que la prevalencia

del SDP es lejos de ser algo poco común

al realizar un screening de glaucoma en

una población total de 934 individuos,

encontrando una prevalencia de 2.45%

5

. En

el GP la prevalencia tiende a ser menor, pero

se debe considerar que muchos glaucoma

en el adulto mayor han sido mal clasificados

como primario de ángulo abierto (GPAA),

siendo en realidad pigmentarios.

La fase activa del SDP ocurre entre la segunda

y tercera década de vida cuando la acomo-

dación juega un rol en el mecanismo de la

liberación de pigmento. La fase de regresión

ocurre en la etapa adulta en conjunto con el

inicio de los síntomas de presbicia en donde

la acomodación se va perdiendo, lo que

contribuye a la disminución de la liberación

de pigmento. En esta etapa se puede observar

una disminución o hasta la desaparición de

la transiluminación iridiana, la PIO puede

normalizarse y el grado de pigmentación del

trabéculo puede disminuir, incluso se puede

solo observar en el trabéculo superior; “signo

de pigmentación reversa”, por lo cual es fácil

entender que estos pacientes llegada cierta

edad se les puedan clasificar como GPAA

o glaucoma de tensión normal

6

.

Los valores de riesgo de progresión de SDP a

glaucoma fluctúan entre un 10% a 50% según

diversos estudios. Siddiqui y colaboradores,

en un estudio poblacional, encuentran una

tasa de conversión de solo el 10% a 5 años y

de un 15% a 15 años

4

, valores que se podrían

acercar más a la realidad si consideramos

la tasa de sub diagnóstico que tienen estas

patologías

5

.

ETIOLOGÍA Y PATOGÉNESIS

Krukenberg en 1899 consideraba al SDP como

una anomalía congénita que predispone la

aproximación de la membrana pupilar con

la córnea en la embriogénesis temprana. Ya

en 1901 Von Hippel platea que el pigmento

es la causa de la obstrucción del humor

acuoso con la consecuente elevación de la

PIO. En 1979, Campbell propone el trauma

mecánico en el epitelio iridiano secundario al

roce con la zónula durante los movimientos

del iris. Actualmente la teoría mecánica ha

sido corroborada por estudios con UBM

que muestran el bloqueo pupilar reverso y

su relación con el pestañeo

7

, como también

se ha publicado en el 2003 por Sayako y

col. que existe una elongación de la zónula

anterior como causa mecánica de la disrupción

del epitelio pigmentado

8

. Ampliamente se

aceptó la presencia de un iris elongado como

contribuyente a la liberación de pigmento,

situación objetada por Trastman en una

publicación del 2010, en la cual objetó un

mecanismo geométrico como causa del

desarrollo del SDP. Independiente de los

nuevos estudios la teoría mecánica por sí

sola no explica la cadena de eventos que

sucede en el SDP hasta la aparición del GP.

Desde 1980 se ha descrito familias con

SDP, se ha reportado herencia autosómica

dominante

11

y recesiva en GP, descritas en

cuatro generaciones de familias, por otro lado,

hasta la fecha no hay suficiente evidencia

que confirme la historia familiar como un

factor de riesgo significativo en la conversión

de SDP a GP.

En 1996, Ritch plantea la hipótesis genética,