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Retinopatía de Purtscher
Introducción
La retinopatía de Purtscher fue descrita por
primera vez en 1910 como una alteración
retiniana consistente en exudados algodonosos,
hemorragia y edema del polo posterior, en
dos pacientes que sufrieron traumatismo
craneoencefálico severo. Posteriormente
se ha descrito asociada a traumatismos
compresivos del tórax, pancreatitis aguda,
fracturas óseas, trastornos autoinmunes e
insuficiencia renal crónica.
En la actualidad existen varias teorías sobre
su mecanismo de producción, no existiendo
por el momento ninguna universalmente
admitida.
Desarrollo
Después de las lesiones por compresión
aguda del tórax o la cabeza, un paciente
puede tener pérdida visual con retinopatía
de Purtscher en uno o ambos ojos,
mostrando al fondo de ojo, grandes manchas
algodonosas, hemorragias y edema retiniano,
la mayoría de las veces alrededor del disco
óptico, al examen angiográfico muestra
signos de obstrucción vascular y filtración
de colorante.
Ocasionalmente, los pacientes tienen edema
discal y un defecto pupilar aferente. Como
secuela puede haber pérdida permanente
de visión y atrofia óptica.
Se piensa que la retinopatía de Purtscher
es la consecuencia de la activación del
complemento inducida por la lesión, que
produce agregación de los granulocitos y
embolización de leucocitos. Este proceso, a
su vez, ocluye arteriolas pequeñas, como las
que se encuentran en la retina peripapilar.
Incluso en ausencia de traumatismo, otras
diversas enfermedades pueden activar al
complemento y producir un aspecto similar
al fondo de ojo. Como la descripción original
de Purtscher incluía el traumatismo, los casos
Retinopatía de Purtscher
Javier Zavala V.
1
; Fernando Zavala V.
2
; Rocío Sánchez C.
3
RESUMEN
La retinopatía de Purtscher es una Angiopatia hemorrágica caracterizada por hemorragias
retinianas múltiples, manchas algodonosas alrededor de la papila y disminución de la
visión secundaria a traumatismos contusos cefálicos o con compresión o aplastamiento
torácico. Por lo general es bilateral, aunque se han descrito casos unilaterales, y los
síntomas aparecen típicamente a las 48 horas del traumatismo, aunque puede pasar
fácilmente inadvertida en caso de politraumatizados graves. Esta patología puede ser
provocada por otras razones, no simplemente por un traumatismo, sino que también puede
estar asociado a pancreatitis aguda, trasplante renal, parto, embolía de leucocitos mediado
por el complemento, fenómenos compresivos óseos y de tejidos blandos.
1.- Alumno Medicina Universidad Santiago de Chile
2.- Oftalmólogo Hospital San Juan de Dios
3.- Residente Oftalmología Hospital San Juan de Dios