Boletín HCSBA

informándome que estaba hospitalizado ya hacía una semana. Suspendí la consulta y de inmediato me fui a verlo a la clínica. Me contó con una mirada triste el deterioro de su salud y me solicitó encarecidamente mantener su hospitalización en carácter confidencial y de reserva, a lo que yo accedí, dado el tono de súplica de su solicitud. Pude conversar con su esposa Mariel, su hijo Pablo y su nuera Marcela quienes me hicieron la misma petición. Antes de retirarme, me reiteró su solicitud y la de su familia, a lo cual respondí que guardaría absoluta reserva. Me despedí con una profunda, cariñosa y cálida última mirada de él y su familia, comprendiendo que Enrique estaba en las manos de Dios. Luego de una exitosa intervención al colon, nos empeñamos con el Dr. Francisco Prado A., en lograr el alta transitoria a su casa y con su familia. Sin embargo su condición de salud no lo permitió. La falla multisistémica pudo más que los esfuerzos médicos y de enfermería. Una tranquila tarde de jueves del mes de julio, Enrique partió silenciosamente en la compañía de sus seres más queridos. Visión de sus Becados, Postbecados y Nefrólogos En recuerdo de un Maestro de la vida Es difícil encontrar las palabras precisas para homenajear en plenitud a un gran Maestro… Podríamos comenzar pensando en ¿Qué es ser un buen docente?, ¿Qué aspiramos encontrar, admirar e imitar de nuestros mentores?. Probablemente un profesional altamente capacitado, pero sobre todo una persona con valores y principios consistentes, consecuentes y empático. No sólo basta saber explicar, sino saber motivar y comprometer al alumnado con diversos temas. Buscamos encontrar en los docentes un ejemplo a seguir en lo humano y profesional, alguien con un sentido de responsabilidad, de compromiso con sus pacientes y alumnos, de innovación con su quehacer diario, perseverancia en sus metas. Que inspire un profundo respeto y a la vez la más cálida simpatía. Todas esas cualidades las reunía el Doctor Enrique Álvarez, para los becados y postbecados, el famoso y querido "Doctorcito Álvarez". Un hombre lleno de ternura, empatía, enormes conocimientos pero sobre todo de humildad y de humor. Un médico con un manejo exquisito de la nefrología y de la pediatría en general. ¡Qué afortunados quienes pudimos compartir con él, aprender de él, escuchar de él!. Un pediatra que inspiraba confianza y seguridad a sus pacientes, becados y colegas, no había problema en preguntarle duda alguna, capaz de transformar lo más complejo en lo más simple y comprensible. Fue un docente que entró en nuestra formación en el módulo de Nefrología, en específico como alma y estrella del temido módulo de Hidrosalino. A poco andar bajo su alero ya eran más comprensibles la carga de soluto, las hipernatremias, las tubulopatías, el agua libre, entre otras. Siempre atento y dispuesto a 5 noviembre 2018. Volumen 17 - N ° 74

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