Boletín HCSBA

. TEMA 2 . CONJUNTIVITIS NEONATAL UN SIMPLE DIAGNÓSTICO QUE REQUIERE UN RÁPIDO ACTUAR. Dra. Macarena Gutiérrez E1., Dr. Luis Delpiano M2. 1.- Médico Programa Formación Especialistas en Pediatría, Universidad de Chile-HCSBA. 2.- Pediatra Infectólogo-HCSBA. Universidad de Chile. Introducción La conjuntivitis u oftalmía neonatal corresponde a un cuadro clínico que se presenta durante las primeras cuatro semanas de vida, se caracteriza por signos infamatorios en la conjuntiva asociado a secreción mucopurulenta y se transmite frecuentemente durante el parto vaginal correlacionándose etiológicamente con bacterias de transmisión sexual y no sexual, virus, y sustancias químicas como el nitrato de plata o gentamicina, entre otros. A diferencia de la conjuntivitis bacteriana, la conjuntivitis química, se inicia precozmente luego de profilaxis (24 a 48 hrs.), no es progresiva y se resuelve de forma espontánea. En la era preantibiótica, esta infección presentaba alta incidencia en recién nacidos (RN) causando ceguera a los pocos días del nacimiento, constituyendo la causa del 80% de los casos de ceguera en niños. El mayor avance en esta área fue la introducción del nitrato de plata 2% para instilación ocular como profilaxis por el Dr. Carl Credé en 1881, lo que logró reducir infecciones, pero agregó complicaciones menores dado la aparición de conjuntivitis química. Esta práctica además cambió la epidemiología de esta infección y la incidencia de N. gonorrhoeae como agente causal, disminuyendo del 10% al 0,3%. Luego se emplearon otros agentes profilácticos como penicilina, tetraciclina, povidona yodada, gentamicina, neomicina y cloranfenicol. La conjuntiva bulbar recubre la esclera y la palpebral el interior de los párpados. Ambas conjuntivas están involucradas en la infección y las manifestaciones clínicas incluyen secreción ocular purulenta, ojo rojo y edema palpebral. En casos severos la córnea puede presentar complicaciones como ulceración y perforación, que potencialmente pueden determinar ceguera permanente. Por lo anterior, se considera una urgencia oftalmológica para inicio del tratamiento antimicrobiano. Ocasionalmente y dependiendo del agente etiológico, existe riesgo de diseminación sistémica con resultados potencialmente fatales. Epidemiología En Europa del siglo IXX, la oftalmía gonocócica correspondía a la principal causa de ceguera en la infancia, de los infectados, 20% presentaba daño corneal y un 3% ceguera. En Estados Unidos, a fines del siglo XX, la oftalmía neonatal causada por N. gonorrhoeae registra datos de incidencia de 0,4 por 1000 nacidos vivos. Las infecciones por Chlamydia trachomatis alcanzan un 8,2 de 1000 RN vivos entre el 2013 al 2017. Actualmente el 1% de las oftalmías neonatales infecciosas son ocasionadas por N. gonorrhoeae, y del 2 a 40% por Chlamydia trachomatis. En Chile, la infección por N. gonorrhoeae es de notificación obligatoria diaria (ENO) y forma parte de la vigilancia de susceptibilidad antimicrobiana del Instituto de Salud Pública (ISP). Durante el 18 junio 2022. Volumen 21 - N°82

RkJQdWJsaXNoZXIy MTYwMjk1