Boletín HCSBA

. TEMA 1 . ABDOMEN AGUDO EN LA INFANCIA: SORPRESA TRAS SORPRESA. Dr. Francisco Barrera Q. Ex jefe de Servicio de Pediatría HCSBA. Profesor Asociado de Pediatría U. de Chile. 7 Siendo aproximadamente las 21 hrs. de un día de semana, me llama el padre de uno de los niños que controlo en la consulta. Se trata de Nicolás de 9 años, el niño mayor de dos hermanos. Su padre acongojado, me refiere que ha llevado a su hijo a una clínica privada por dolor abdominal. Le señalo que ha hecho muy bien porque cualquier dolor abdominal que persista por más de tres horas requiere evaluación médica y a veces efectuar un estudio de imagen del abdomen dependiendo de la sospecha diagnóstica. Además, le señalo que lo importante es descartar un abdomen agudo, particularmente una apendicitis, sobre todo considerando la edad. Le señalo que dicha clínica posee un excelente grupo de pediatras y que según lo requiera, me mantenga informado. Poco más tarde me informa que Nicolás ha quedado hospitalizado, en observación y estudio. Transcurridas 24 horas se comunica nuevamente conmigo, señalándome que se ha descartado una apendicitis aguda y otras causas médico - quirúrgicas como colecistitis y pancreatitis, pero que su diagnóstico no está claro. Dos días después vuelve a informarme que Nicolás ha sido evaluado por varios médicos especialistas sin tener un diagnóstico claro y que se plantea al día siguiente una evaluación psiquiátrica. Me deja preocupado y me siento en parte responsable por ser paciente de la consulta. Al tercer día, en la noche, vuelve a llamarme refiriéndome que Nicolás sigue con importante dolor y que el equipo médico está evaluando la posibilidad de administrar morfina. Le planteo que voy a ir a la clínica de inmediato y que por favor no se administre morfina hasta evaluarlo, lo cual el residente de la clínica acepta de muy buen grado. Ya en la clínica, a las 21:30 horas de la noche, me presento al médico de turno señalándole que soy el pediatra de Nicolás y le solicito que me permita evaluarlo. El médico residente, con quien nos conocíamos, me dijo no tener inconveniente alguno. Me presenté ante Nicolás y sus padres que se encontraban acompañándolo en su habitación. Le pregunté si le dolía mucho a lo cual me respondió que sí, pidiéndole que me indicara con un dedo donde le dolía señalándome la zona umbilical. Le pregunté si tenía hambre y me dijo “si doctor, tengo solo dolor y mucha hambre”. Lo examiné acuciosamente y finalmente le toqué la zona de dolor con el índice dando un sobresalto y refiriéndome que es como si le tocara un timbre y que el dolor se esparcía por su pared abdominal y su musculatura tendía a contraerse (parecido al signo de Carnett). Dado que llevaba 6 días de dolor, le pregunté si había hecho algún esfuerzo el primer día y me dijo "no doctor, no recuerdo", a lo que la mamá me acotó "doctor nos cambiamos de casa ese mismo día y Nicolás ayudó mucho en el traslado de muebles". Les informé que con todos los antecedentes, el inicio del dolor, el periodo de observación, los exámenes efectuados y el examen abdominal, Nicolás presentaba una hernia supraumbilical de la línea blanca y que mi opinión era darlo de alta. Le pregunté que quería comer señalándome con alegría "un bife con arroz como lo hace mi mamá". Conversé con el médico de turno, explicándole mi posición y mi intención que autorizara su alta esa misma noche. El médico residente se sorprendió y me dijo que si ello era bajo mi responsabilidad el no tendría inconveniente. El diciembre 2021. Volumen 20 - N°81

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