Revista Ecuatoriana de Medicina EUGENIO ESPEJO

Vol. 7 - Número 10 - Diciembre 2018 Vol. 7 - Número 10 - Diciembre 2018 14 En el presente caso, al momento de la consulta el paciente refirió dolor en miembro inferior derecho con una escala análoga visual 5/10, puntaje no relacionado a la gravedad de su lesión; presentando así una clínica atípica. En vista de que el diagnóstico clínico per-se es limitado, el tratamiento también podría ser también limitado en cuanto a su eficacia. La etiología de traumamayor con antecedentes de diabetes mellitus tipo-1 debe orientarnos a infección de tejidos profundos a pesar de una clínica incierta. En un escenario de incertidumbre diagnóstica, en pacientes con celulitis severa, ante una sospecha clínica dudosa ampliamente analizadade fascitis, el indicadorde laboratoriopara riesgo de infecciones necrotizantes de tejidos blandos LRINEC, puede aumentar considerablemente la probabilidad de realizar un diagnóstico correcto de fascitis necrotizante y poder discriminar de un cuadro de celulitis severa.[5] Un puntaje LRINEC mayor a 8 puntos, como el caso presentado posee un valor predictivo positivo de 92% y un valor predictivo negativo de 96%, sensibilidad del 70% y especificidad del 75% [2], lo cual debe encender una alerta inmediata. De acuerdo al tipo de patógeno, el indicador LRINEC ha demostrado eficacia en discernir infecciones de tejidos blandos profundos, originada por Vibrio vulnificus [] y otros microorganismos capaces compatibles con las siguientes entidades nosológicas: gangrena sinérgica bacteriana progresiva, celulitis necrotizante sinérgica, gangrena estreptocócica, mionecrosis clostridial, mucormicosis cutánea necrotizante, gangrena por seudomona bacterémica y pioderma gangrenosa asociados con una clínica y factores de riesgo que permiten encasillar la entidad patológica concomitante.[7] El indicador LRINEC con una puntuación mayor a 6 puntos esclarece una conducta terapéutica que sugiere el uso de exámenes de imagen complementarios basados en evidencia científica. En este contexto se podría evitar el uso indiscriminado de pruebas de laboratorio y de imagen en infecciones de tejidos blandos superficiales o profundos.[8] La discusión radica en el tratamiento oportuno para estos pacientes cuyo estándar de oro reportado es la exploración quirúrgica inmediata y su desbridamiento quirúrgico; sin embargo, con clínica dudosa una terapéutica radical puede generar incertidumbre sumado a que un retraso del desbridamiento quirúrgico aumenta la mortalidad de los pacientes entre 80% -100%.[9] Por lo que se debería Figura 1. Lesión necrótica en extremidad inferior derecha. La lesión presenta bordes irregulares de 12 cm por 9 cm, acompañado de flictenas y edema. Figura 2. Desbridamiento quirúrgico de lesión en miembro inferior derecho. La intervención quirúrgica evidenció la presencia de secreción sanguinolenta, café claro, fétida, que compromete la fascia muscular y c los compartimientos anterior, lateral y posterior, superficial de la pierna y compartimiento posterior, anterior y discretamente el medial. Figura 3. Desbridamiento quirúrgico extenso de tejidos blandos superficiales de la pierna y muslo derechos con exposición de cóndilos femorales laterales y ligamento lateral de la rodilla.

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