NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA

Neumol Pediatr 2021; 16 (3): 97 - 102 Revista Neumología Pediátrica | Contenido disponible en www.neumologia-pediatrica.cl 100 Diseños de estudio clínicos y epidemiológicos: consideraciones para la investigación en pediatría posible relación exposición-respuesta (4). En los estudios de cohorte, al igual que en los ensayos clínicos, es posible estimar el Riesgo Relativo (RR), debido a que se puede obtener la incidencia acumulada o la tasa de in- cidencia en los grupos expuesto y no expuesto (casos nuevos dividido por el total de la pobla- ción en riesgo o por el tiempo libre del evento) (Figura 2). Su interpretación general dependerá de si su valor es mayor o menor que el 1 (valor sin asociación), si el RR es mayor que 1 indica que el factor en estudio se comporta como fac- tor de riesgo y si es menor que 1 que el factor en estudio se comporta como protector. La principal desventaja de estos estudios es la pérdida de participantes durante el se- guimiento lo que puede influir en la precisión y validez de sus resultados, en especial si las pér- didas son más marcadas en uno de los grupos estudiados. Por otro lado, pueden existir cam- bios en la exposición durante el seguimiento, lo cual debe ser registrado en forma detallada. (4, 9, 10). Estudio de caso-control Se caracterizan porque su criterio de se- lección de grupos de estudio se basa en la pre- sencia de un efecto o enfermedad determinada (casos) y su ausencia (controles) (4, 5, 11). Lue- go, ambos grupos se comparan con respecto a la frecuencia de la exposición (en el pasado) a uno o más factores de riesgo que se están es- tudiando, en que el investigador sospecha que tienen relación con la presencia de la enferme- dad. Son una alternativa costo-efectiva para identificar factores de riesgo y generar hipó- tesis para estudios posteriores. No obstante, como los sujetos ya presentan el efecto (o enfermedad) al inicio del estudio, no se puede estimar directamente la incidencia o la preva- lencia, por lo que son limitados para estable- cer causalidad. Por otro lado, la búsqueda de la posible causa en el pasado puede introducir errores en su medición y sesgar los resultados (2, 3, 5, 9). En este diseño, los investigadores de- berán ser rigurosos en realizar una correcta clasificación de los individuos con respecto a la condición de enfermedad, por lo que se deberá establecer de manera clara y explícita la defini- ción de la enfermedad y los criterios que deben cumplir los sujetos que serán clasificados como enfermos (casos) y no enfermos (controles). Una vez establecidos los criterios para iden- tificar los casos, estos deben tener la misma probabilidad de ser incluidos en el estudio. Para la selección de los casos se podrán utilizar po- blaciones de casos incidentes (nuevos), casos prevalentes (existentes) o casos fallecidos. Por otra parte, la selección del grupo control es cla- ve en este tipo de estudios debido a que debe ser comparable al grupo de los casos. Es crucial que los controles sean representativos de la población de donde provienen los casos (2-4). Una vez definidas las poblaciones tanto de ca- sos como controles, lo óptimo es que la selec- ción sea a través de un muestreo aleatorio. Por otro lado, la secuencia temporal de los estudios de casos y controles obliga a la ob- tención de información de la exposición en el pasado (retrospectivo) y, por lo tanto, la forma de medirla deberá ser cuidadosa y lo más obje- tiva posible. La selección de la fuente de infor- mación dependerá de lo que se desea medir, lo más frecuente es la utilización de cuestionarios y encuestas auto-aplicadas o aplicadas por entrevistadores. También, se pueden utilizar Figura 1. Esquema clásico de un ensayo clínico aleatorizado. Se conforman 2 grupos de pacientes sin el evento o enfermedad (círculos grises), ambos grupos son seguidos a lo largo del tiempo observando la aparición del evento o las respuestas frente a la intervención (círculos anaranjados), obteniendo la inci- dencia en cada grupo y el riesgo relativo como medida de asociación. Figura 2. Esquema clásico de un estudio de cohorte. En este esquema se siguió durante un determinado tiempo a 15 sujetos expuestos y 15 no expuestos al factor de riesgo, el cual no presento pérdidas de suje- tos durante su desarrollo (cohorte ideal). La incidencia en el grupo expuesto se calculó dividiendo los ca- sos (círculos anaranjados) que aparecieron en el grupo expuesto (numerador=7) sobre el total de sujetos expuestos (denominador=15), mientras que la incidencia en el grupo no expuesto se calculó dividiendo los casos (numerador=4) sobre el total de sujetos no expuestos (denominador=15). La incidencia en los expuestos al factor de riesgo es mayor que la incidencia los no expuestos. El RR se calculó dividiendo la incidencia en el grupo expuesto (numerador=7/15) sobre la incidencia en el grupo no expuesto (deno- minador=4/15), resultando un RR=1.75, lo que significa que la exposición está asociada en forma positiva con el evento/enfermedad o que los expuestos tienen 75% más probabilidad de presentar el evento/ enfermedad que el grupo no expuesto.

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