NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
Neumol Pediatr 2021; 16 (3): 97 - 102 Revista Neumología Pediátrica | Contenido disponible en www.neumologia-pediatrica.cl 99 Diseños de estudio clínicos y epidemiológicos: consideraciones para la investigación en pediatría Aspecto Subpoblaciones pediátri- cas: considerar el grupo de edad que participará del estudio (recién na- cidos, recién nacidos prematuros, lactantes y niños pequeños, niños, adolescentes). Diseño del estudio: usar protocolos para la población pediátrica y no reelaborarse a partir de protocolos para adultos. Uso del placebo: suele ser más restringido porque los niños no pueden dar su consentimiento. Criterios de valoración específicos pediátricos: evitar múltiples desenla- ces y mediciones. Duración del tratamiento, seguimiento y retención Consideraciones éticas y protecciones especiales en la investigación pediátrica. Consideraciones Considerar la edad, el desarrollo físico, la enfermedad, la dosis, la frecuen- cia de dosificación, la duración del tratamiento y la vía de administración. Si necesita formulaciones pediátricas: • Fáciles de administrar y tragar. • Aceptables en sabor y volumen. • Dosis adecuadas y concentración. • Biodisponibilidad adecuada. • Administración poco frecuente. Personalizar el diseño para las poblaciones específicas. • Definición adecuada del desenlace pediátrico relevante (evitar múltiples desenlaces sin fundamento). • Identificar correctamente las dosis para estudios de eficacia • Identificar problemas de factibilidad. • Muestra pequeña o bajo reclutamiento, la variabilidad del desarrollo debe tenerse en cuenta en los criterios de inclusión, los cálculos del tamaño muestral y análisis. • El diseño debe ser realista para que las familias se comprometan, los diseños inadecuados llevarán a una inscripción lenta y baja retención (mayor costo y retrasos en la aprobación del protocolo de estudio). • Si bien no es ideal, el uso de un placebo puede ser aceptable si no hay terapias aprobadas o estudiadas adecuadamente. • Minimizar la exposición al placebo: n° de sujetos, duración del estudio, necesidad predefinida de criterios de interrupción. • Medidas fisiológicas y biomarcadores (peso, estatura, hormona tiroidea, crecimiento esquelético, maduración sexual, etc.). • Desarrollo y función cognitiva (efectos a corto y largo plazo en atención, memoria y aprendizaje, habilidad lingüística, etc.). • Maduración conductual y psicológica (considerar los hitos: lista de verifica- ción del comportamiento infantil, calidad de vida, rendimiento escolar, etc.). • Minimizar la intensidad y frecuencia de las evaluaciones del estudio • Limitar el número y volumen de extracciones de sangre: hacer coincidir la recolección de muestras de sangre especificadas en el protocolo con muestras de rutina. • Limitar el procedimiento invasivo tanto como sea posible. • Minimizar el dolor y la angustia: uso anestesia tópica, agujas de mariposa, tubos de muestreo pediátricos. • Tener en cuenta no solo al niño, sino también a los padres y hermanos, al planificar la frecuencia y duración de las evaluaciones. • Las protecciones especiales en las poblaciones vulnerables es una priori- dad para los comités de ética, que debe considerar. • La evaluación del comité de ética revisará la categoría de riesgo de la investigación: proceso de consentimiento - permiso de los padres, moni- toreo de la seguridad de los datos, continuidad del tratamiento después del estudio clínico, limitación del uso de placebos. • Los padres aceptan los riesgos e inconvenientes potenciales, pero éstos pueden afectar al niño. • Planificar de antemano si se solicitará el asentimiento pediátrico y como se realizará. • Formularios: considerar tener uno o más formularios de asentimiento separados del formulario de consentimiento de los padres, deben estar dirigidos al nivel de grado de lectura apropiado para la persona más joven que firmará. Tabla 3. Aspectos y consideraciones en la planificación de los estudios pediátricos. debieran utilizarse para estudiar intervenciones que sean potencialmente perjudiciales (4). La asignación de la exposición o inter- vención se debe realizar en forma aleatoria. El objetivo de esto es asegurar que ambos grupos (intervenido y no intervenido) sean compara- bles, al distribuir equilibradamente las variables tanto conocidas como desconocidas, y evitar que las preferencias, tanto de los individuos como de los encargados del estudio, interven- gan en la asignación de la exposición, dismi- nuyendo los posibles sesgos de selección (por ejemplo, la intención de tratar a pacientes que tienen ciertas características) (4, 5). Por otro lado, las expectativas de los pacientes y los in- vestigadores pueden influir en la evaluación de la respuesta observada, lo cual se evita utilizan- do técnicas de enmascaramiento (o ciego), así los sujetos que están relacionados con el es- tudio desconocen los hechos u observaciones que tienen relación con la intervención recibida, evitándose de esta forma la introducción de sesgos en los resultados. Un aspecto importante a tener en cuen- ta en estos estudios prospectivos, es que son susceptibles a sesgos por pérdidas de sujetos durante el seguimiento. Además, cuando las condiciones en las cuales se realiza la interven- ción son muy restringidas, la aplicación de sus conclusiones en condiciones reales puede pre- sentar una respuesta distinta, por ende, podrían tener baja validez externa (generalización de los resultados a toda la población) (4, 5). El diseño experimental más conocido es el ensayo clínico aleatorio, en el cual se confor- man dos grupos de pacientes, uno que recibe la intervención y otro que actúa como control con fines de tener una referencia para hacer com- paraciones (Figura 1) (4). Otro tipo de estudio experimental son las pruebas de campo, en las cuales se utilizan sujetos “sanos” (sin la enfer- medad), usualmente para evaluar intervencio- nes preventivas, como las vacunas (4). Estudio de cohorte Estos estudios son de tipo observacio- nal (sin experimento) y longitudinal (al menos dos mediciones), en los que se comparan dos cohortes cuyos integrantes difieren por su exposición al factor de estudio (exposición) con el objetivo de evaluar una posible relación causa-efecto (4, 9, 10). Son útiles para estudiar exposiciones poco frecuentes y/o evaluar múl- tiples resultados, mientras que son de menor utilidad en enfermedades poco frecuentes. Al comienzo del estudio, los sujetos se clasifican según el(los) factor(es) de exposición de interés en grupos expuesto y no expuesto, y ambos grupos se siguen en el tiempo para comparar la ocurrencia del evento/enferme- dad de interés en los grupos. La validez de estos estudios depende en gran parte del su- puesto de que ambos grupos son comparables respecto a otros factores asociados a la expo- sición o el evento de interés. Todos los sujetos deben estar en riesgo de presentar el evento de interés, es decir, deben estar libres del evento/ enfermedad al inicio del estudio. Por esta razón, se postula que la causa precede a la ocurrencia del evento (ej: enfermedad) y que la enferme- dad o cualquier factor asociado a esta no influyó en forma diferencial en la selección o determi- nación de la exposición (10). Una gran fortaleza de los estudios de cohortes es que permiten obtener una infor- mación detallada, precisa y objetiva de la ex- posición en estudio. Esta medición detallada hace posible estudiar el efecto en un subgrupo de sujetos que pueden estar expuestos en di- ferentes grados, y de esta manera evaluar una
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy MTYwMjk1