NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 106 Neumol Pediatr 2019; 14 (2): 105 - 110 Actualización en espirometría del preescolar fisiológicas explican por qué la estandarización de la espirometría diseñada para adultos, no puede ser aplicada en preescolares, e incluso es difícil de cumplir para los niños mayores (5). El rendimiento de la espirometría en preescolares varía entre un 60 a 95% según distintas publicaciones y aumenta con la edad (4,6–12). CONSIDERACIONES DEL EQUIPO, AMBIENTE Y OPERADOR El espirómetro debe tener la capacidad de evaluar flujos instantáneos con una adecuación de más menos 5%. Para ser utilizado en preescolares debe tener un espacio muerto menor a 2 ml/k de peso, incluyendo el filtro antibacteriano, el que se recomienda se utilice para todos los exámenes (1, 13). El software puede disponer de incentivos animados (1), aunque no se recomienda utilizarlos de rutina, ya que su efectividad es variable para cada niño y para cada tipo de software utilizado (1). Las curvas flujo/volumen y volumen/tiempo deben ser analizadas en el momento en que se realiza la maniobra, antes de comenzar la siguiente, lo que permitirá evaluar la calidad del examen e incentivar al niño a corregir los errores de la curva anterior utilizando programas de incentivo si es necesario según cada caso (1). El operador debe saber ganarse la confianza del niño para que sea capaz de realizar las curvas que cumplan los criterios de aceptabilidad sin asustarlo. Con el mismo objetivo, el ambiente debe ser adecuado para niños, contar con juguetes, libros y videos infantiles (1). REALIZACIÓN DEL EXAMEN: Para la realización con éxito de la espirometría en preescolares es conveniente limitar el tiempo de permanencia en el laboratorio durante el cual el niño realice todas las maniobras posibles, no exigir el uso de clip nasal, evaluar individualmente la utilización de programas de incentivo, y grabar todas las maniobras posibles. La posición en que se realiza el examen y el uso de clip nasal, deben ser reportados en el informe. El operador debe observar que no haya escape de aire alrededor de la boquilla, que el niño comience la maniobra sin vacilar y que logre su esfuerzo máximo (1). Número de maniobras El preescolar es capaz de realizar un número mayor de maniobras en menos tiempo, ya que su tiempo espiratorio es menor. Esto aumenta la posibilidad de obtener una espirometría aceptable (4). Por este motivo deben realizarse un mínimo de 3 maniobras, sin estipularse un número máximo (3, 12-14). Se deben grabar todas las maniobras realizadas o al menos las 3 visiblemente mejores, las que se definen como de rápido ascenso y con un FEM claramente determinado, espiración sin artefactos ni evidencia de inspiración temprana (Figura 1). Se deben excluir las curvas que denotan fugas, un pobre esfuerzo, cierre glótico, tos y obstrucción de la pieza bucal (4, 5, 15). Posición y uso del clip nasal No hay datos que demuestren si la posición de pie o sentado tiene algún efecto sobre los resultados de la espirometría de preescolares (1). Respecto al uso de clip nasal, no es recomendado utilizarlo de rutina, porque es un elemento distractor y a veces asusta al niño, lo que impide que realice el examen (12). En una publicación realizada por Chavasse y col (16) en un grupo de escolares, se observó que no hay diferencias clínicamente significativas en los valores de VEF 1 y CVF obtenidos con o sin pinza nasal. Programas de incentivo Estos programas han sido evaluados en distintas publicaciones con resultados dispares (14, 17). El programa de “apagar las velas”, que es un incentivador de flujo, permite al niño lograr mejor FEM, pero no se facilita una espiración sostenida en el tiempo, por lo que los valores de CVF pueden ser menores. Los programas del “bowling”, inflar el globo” o “el gallito que corre”, son incentivadores de volumen y ayudan a obtener un tiempo espiratorio hasta volumen residual (Figura 2) (1). Por lo tanto, debe evaluarse la utilización de incentivo en cada niño y según la variable que se necesite mejorar, se sugiere priorizar los incentivadores de volumen o de flujo y volumen (1, 3, 12). Para no desanimar al niño exigiendo metas no alcanzables, el flujo y volumen pulmonar objetivo de los programas de incentivo se puede ajustar de forma proporcional (13). Figura 2. Imágenes de los programas de incentivo de las velas (incentivador de flujo, del inicio de la curva) y el bowling (incentivador de volumen, para lograr un tiempo espiratorio mayor). Figura 1. Cinco curvas grabadas, visiblemente mejores: FEM claramente determinado y de rápido ascenso, espiración sin artefactos ni evidencia de inspiración temprana y reproducibles. Cada color representa una maniobra diferente. B: mejor curva flujo/volumen.
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