NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA
Neumol Pediatr 2019; 14 (1): 12 - 18 C o n t e n i d o d i s p o n i b l e e n h t t p : / / www. n e umo l o g i a - p e d i a t r i c a . cl 17 Infección respiratoria por adenovirus en pediatría: de ayer a hoy INFECCIONES EN INMUNOCOMPROMETIDOS El aumento de población con compromiso inmunológico ha realzado la necesidad de avanzar en el manejo de las infecciones por ADV. Esta infección se ha mostrado particularmente grave en inmunocomprometidos, especialmente en transplantados de médula. El qPCR ha sido un avance importante para dirimir entre una portación y una infección activa. En transplantados con infecciones por ADV se han encontrado niveles entre 1x 103 y 1 x 107 copias por ml, aunque en otros estudios de controles no enfermos, las cifras han sido de 1.7 x 103. Por eso, la diversidad de pacientes y de métodos para hacer qPCR hace muy necesario adquirir experiencia local en el problema. La genotipificación podría contribuir a un mejor conocimiento de la situación (25, 26,27), aunque hoy cualquier adenovirus representa un riesgo de gravedad en este tipo de paciente. En efecto, en análisis bioinformáticos de genomas de ADV no se han encontrado diferencias que expliquen las variaciones en patogenicidad. PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO Como el ADV es estable en el medio ambiente, puede contagiarse directamente de persona a persona o a través de secreciones o fómites; además, la excreción viral fecal puede contaminar aguas de piscinas. Por eso la prevención es muy difícil. A nivel hospitalario la prevención se basa en diagnóstico precoz y aislamiento individual. Sólo se ha desarrollado una vacuna viva en la década de los 60 (Wyeth Lab.) para los serotipos 4 y 7, que se usó para evitar neumonías en comunidades militares, con buen resultado. Sin embargo se detuvo su producción en 1996 y la prevalencia de las neumonías retornó. Se licenció una nueva vacuna oral, viva, en el año 2011 para esos serotipos, para uso sólo en militares (3) A nivel de hospitales pediátricos se recomienda un diagnóstico precoz ante niños con IRA baja febril, especialmente en unidades de cuidado intensivo y de inmunocomprometidos. Se requiere aislamiento individual, no en cohorte, y medidas de aislamiento de contacto y respiratorio, para limitar la diseminación del virus. Se estimula el alta precoz en aquellos casos en que ya están fuera de peligro, en lo posible con exámenes de inmunodiagnóstico negativos. No hay tratamiento específico. Algunos pocos antivirales como el cidofovir han dado resultados alentadores in vitro, pero han fracasado en ensayos clínicos. Se indica en forma excepcional en casos muy graves, con monitoreo de la excreción viral mediante qPCR, pues el riego de toxicidad del antiviral es muy alto. CONCLUSIONES El ADV es una causa habitual de infecciones respiratorias altas en niños y adultos. Pueden originar infecciones respiratorias bajas de alta morbimortalidad en niños, la que está determinada por la condición del paciente. La detección por IF tiene baja sensibilidad y una PCR positiva no significa siempre enfermedad. Todos los tipos se eliminan por vía digestiva durante varios meses luego de la infección aguda respiratoria o digestiva, pero la detección por IF en pacientes con infecciones respiratorias bajas, es más prolongada en los casos más severos. No hay un tratamiento específico, por lo que su prevención, sobre todo intrahospitalaria y en pacientes inmunosuprimidos es fundamental. REFERENCIAS 1. WHO 2008. The global burden of disease. 2004 Update. ISBN 978 92 4 156371 0 2. Avendaño, LF, Ferrés M, Luchsinger V, Spencer E. Virología Clínica. Ed. Mediterráneo, 2ª Ed. Santiago, 2018 3. Wold WSM, Ison MG. Chapter 56. Adenoviridae. En: Knipe DM, Howley PM.Eds. Fields Virology. 6th Ed. Lippincott Williams & Wilkins. Philadelphia 2013 pp1732 4. 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