BOLETÍN HTA
HIPERTENSIÓN / 2018 / VOL. 23 22 Introducción Según datos de la última encuesta nacional de salud (ENS 2017), la prevalencia de hipertensión arterial (HTA) en la población chilena es de 27,6% (1) . La HTA es un factor de riesgo para: accidente vascular encefálico, insuficiencia cardiaca, infarto agudo al miocardio, enfermedad renal crónica, enfermedad vascular periférica y aneurisma aórtico abdominal, las cuales afectan la calidad de vida de los pacientes (2) . La HTA fue catalogada como la primera causa de pérdida de años de vida saludable en Chile y a nivel mundial según los datos del “Global Burden of Disease 2015” (3) . La segunda y tercera causa en nuestro país son la obesidad y las alteraciones del metabolismo de la glucosa. Dentro del estilo de vida, aquellos que más se asocian a la HTA y enfermedad cardiovascular (CV) son: ingesta de sodio, patrón dietético, obesidad, alcohol, sedentarismo y tabaquismo. Cabe destacar que la tendencia epidemiológica en nuestro país, muestra que estos factores se han mantenido estables o empeorado en los últimos años, con excepción del tabaquismo (se redujo de 40% a 33% en los últimos 8 años) (1) . El tratamiento no farmacológico es un pilar fundamental en todo paciente hipertenso y se recomienda tanto en la prevención como el tratamiento de todas sus etapas, ya que reduce el número o dosis de medicamentos necesarios para controlar la presión arterial (PA) del paciente (4) . Se estima que una reducción de 2 mmHg de la presión arterial diastólica (PAD) de la población general entre 35 y 64 años de edad, reduciría en 17% la prevalencia de HTA, 6% el riesgo de enfermedad coronaria y 15% el riesgo de enfermedad cerebrovascular (5) . En Chile, las guías clínicas de HTA se actualizaron el año 2010, mientras que el año 2017 y 2018 se actualizaron las guías clínicas americanas y europeas, respectivamente. El objetivo de este artículo es revisar el efecto de las modificaciones dietéticas recomendadas en los niveles de PA y comparar las 3 guías mencionadas, lo cual se resume en la Tabla 1 (4,6,7) . I. Patrón dietético: La dieta DASH, la cual se traduce al español como “Estrategias dietarias para detener la hipertensión arterial”, ha sido por excelencia la dieta recomendada para reducir la PA ya que cuenta con abundante evidencia científica. Fue definida por primera vez el año 1997 por Appel y colaboradores, quienes estudiaron 459 adultos normotensos o con HTA etapa I (8) . A todos les dieron una dieta control representativo de la dieta estadounidense, la cual era baja en frutas y verduras y aportaba 3000 mg de sodio. Luego, aleatorizaron a los sujetos por 8 semanas en 3 grupos: a) Dieta control; b) Dieta rica en frutas y verduras y c) Dieta combinada (rica en frutas, verduras y lácteos descremados). La dieta rica en frutas y verduras estaba diseñada para aportar al menos 4000 mg de potasio y 500 mg de magnesio y la combinada aportaba, además, al menos 1000 mg de calcio. En este estudio quedó evidenciado que la dieta combinada o “DASH” (rica en frutas, verduras y lácteos descremados) redujo la PA sistólica (PAS) y PAD en 11 mmHg y 5 mmHg, respectivamente, en pacientes hipertensos; y tuvo un efecto modesto en normotensos (-3.5 / 2 mmHg). Desde entonces, ha sido recomendada por las guías americanas, reportando en diversos estudios una TERAPIA DIETÉTICA DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL Carrera de Nutrición, Departamento de Ciencias de la Salud 1 y División de Enfermedades Cardiovasculares 2 , Facultad de Medicina, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile. Giovanna Valentino (1,2) , Mirelly Álamos (1)
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