ANALES OFTALMOLÓGICOS Tomo VII • Vol. VII • N˚1 • 2021 • Santiago - Chile INTRODUCCIÓN El herpes zóster ocular (HZO) es una manifestación de la reactivación del virus varicela zóster, la cual se observa más comúnmente en adultos mayores y pacientes inmunocomprometidos. Esta condición afecta aproximadamente al 10-20%de las personas con herpes zóster y tiene implicancias significativas para el globo ocualar 1. El HZO puede afectarmúltiples estructuras oculares, resultandoencomplicacionespotencialmente severas. Estas complicaciones abarcan desde blefaritis y conjuntivitis hasta uveítis anterior, glaucoma secundario, retinitis y neuropatías ópticas1,2. La queratitis es una de lasmanifestacionesmás comunes del HZO y puede variar desde formas epiteliales leves hasta queratitis neurotrófica severa. Esta última es particularmente preocupante por su asociación con defectos epiteliales persistentes, adelgazamiento estromal progresivo y, en casos graves, perforación corneal 1. Las complicaciones esclerales, aunque menos frecuentes, también son de alta relevancia clínica. La escleritis de origen infeccioso representa entre el 5-10%de los casos de escleritis en general, siendo el virus varicela zóster la causa más común 3, 4. En los casos avanzados, puede progresar a escleromalacia, una condición rara pero severa que pone en riesgo la integridad estructural del globo ocular. Curiosamente, la escleromalacia puede aparecer años después del episodio agudo 2, lo que subraya la importancia del seguimiento a largo plazo en estos pacientes. Este rango de complicaciones resalta la necesidad de un diagnóstico temprano y un manejo integral para prevenir la pérdida visual y otras secuelas graves. En este artículo se presenta el caso clínico de un paciente conHZOdonde destacan dos complicaciones con alto riesgo de perforación. MATERIAL Y MÉTODOS Se presenta un caso clínico manejado en el departamento de córnea del Hospital San Juan de Dios en 2024, con consentimiento informado por parte del paciente. Se realizó una revisión de literatura en PubMed utilizando los términos “corneal thinning”, “herpes zoster” y “scleritis”. Se seleccionaron artículos relevantes para sustentar la fisiopatología y manejo de las complicaciones asociadas al HZO. CASO CLÍNICO Se presenta el caso de un paciente masculino de 75 años, sin antecedentesmédicos de relevancia, quién cursó con un cuadro de con disminución progresiva de agudeza visual en el ojo izquierdo, acompañada de fotofobia, epífora y ojo rojo de dos semanas de evolución. Consulta en el servicio de oftalmología del Hospital San Juan de Dios, donde se encontraba con una agudeza visual de 20/60 en el ojo izquierdo y presión intraocular de 31 mmHg aplanática. Al examen físico destacaban lesiones perioculares costrosas en el territorio del nervio oftálmico (V1) y el signo de Hutchinson presente. En la biomicroscopía, se observó edema corneal moderado, precipitados queráticos no pigmentados gruesos, una cámara anterior formada, Van Herick 4, Tyndall no evaluable, sin hipopion ni defectos epiteliales corneales. En este contexto, se diagnosticó una queratouveítis herpética secundaria a herpes zóster y se inició tratamiento con aciclovir 800 mg cada 4 horas via oral por 14 días, acetato de prednisolona tópica, tropicamida y brimonidina/timolol para controlar la presión intraocular. La evolución fue favorable, con normalización de la presión intraocular y mejoría de la agudeza visual a 20/30 parcial al mes de resuelto el cuadro. Sin embargo, a los 8 meses, por pérdida de seguimiento, se pesquisó la presencia leucomas corneales vascularizados, destacando uno de 3x4 milímetros hacia inferotemporal con adelgazamiento estromal del 50% (figura 1) y zonas de escleromalacia hacia temporal (figura 2). Actualmente, el paciente está estable, bajo seguimiento estricto en el departamento de córnea.
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