Mascotas y descanso humano
Un reciente estudio del Centro de Medicina del Sueño de la Clínica Mayo demostró que los animales domésticos aportan seguridad, compañía y tranquilidad a la hora de dormir.
El perro siempre ha sido el mejor amigo del hombre y, tradicionalmente, fueron usados en diversas tareas: para pastorear, como vigilantes, como compañía, para el deporte y en algunas culturas, en especial las orientales, se incluyeron en los cultos religiosos.
Los estudios científicos dan cuenta que todos los perros, tanto domésticos como salvajes, tienen un antepasado común: el pequeño lobo del sudeste asiático, de quien heredaron el sentido de la vista, el gusto y olfato. Fueron, probablemente, el primer animal en ser domesticado. Han acompañado al ser humano durante unos 10 mil años. Es decir, su evolución se ha desarrollado en paralelo al de la humanidad. Incluso, hay quienes señalan que serían una “obra humana” casi equiparable en la Prehistoria a la utilización del fuego o la invención de las herramientas, porque gracias al trabajo selectivo del hombre se han diseminado en unas 450 razas y una infinidad incontable de ejemplares híbridos.
En la actualidad, el compañerismo del perro ha añadido un significado adicional, ya que el mundo médico ha comprobado que su tenencia afecta positivamente el bienestar niños y adultos en cuatro áreas específicas: terapéuticas, fisiológicas, psicológicas y psicosociales.
Los animales de compañía son considerados como una medicina preventiva. Su cuidado y el afecto hacia ellos promueven la salud y prolongan la vida. Son un verdadero antídoto contra el estrés y una fuente inagotable de amor y asistencia; disminuyen el sentimiento de soledad; incrementan la autoestima; transmiten valores positivos como el respeto hacia los animales y la vida, la amistad y el amor; crean sentido de responsabilidad y promueven la comunicación entre padres e hijos; mejoran el humor; estimulan el contacto social; ayudan a estar en forma; favorecen la recuperación de las enfermedades; apoyan a personas discapacitadas; y liberan el estrés.
Además, un reciente estudio del Centro de Medicina del Sueño de la Clínica Mayo en Scottsdale (Mayo Clinic Proceedings, 2015 Oct; 90. (12):1663-65) demostró que el hecho de sentir cerca una mascota puede ser beneficioso para el descanso.
En Estados Unidos, y casi en todo el mundo, las mascotas comúnmente tienen acceso a habitaciones y camas. El grupo investigador se propuso encontrar evidencias sobre cómo este hecho podría crear potenciales interrupciones que comprometieran la calidad del sueño, pero los resultados demostraron lo contrario.
El grupo seleccionó a 150 pacientes. De ellos 74 poseían, al menos, una mascota, la mayoría perros y gatos. Se realizó un cuestionario a todos los participantes con preguntas relacionadas con el sueño del dueño, el sueño del animal, la salud de la mascota, características del dormitorio y la cama, números de animales domésticos, lugar en dónde duermen, si era sobre la cama en qué parte lo hacía, entre otras.
Se concluyó que el 56 por ciento de los dueños de mascotas permitía a las mismas dormir con ellos, ya fuese en el dormitorio o en la propia cama. De ellos, el 41 por ciento reveló que no sólo no les resultaba perjudicial dormir con su perro o gato, sino que les ayudaba a dormir, dándoles sensación de seguridad, compañía y tranquilidad. Incluso, algunas personas señalaron que parte de la razón por la que adquirieron un perro o un gato, en el primer lugar, fue para ayudarles a relajarse por la noche.
Los investigadores enfatizaron que tener una mascota en el dormitorio no siempre es una experiencia que ayude a calmarse, por eso es necesario saber priorizar la necesidad de descansar al dormir antes que la necesidad de tener una mascota cerca. Pero si la combinación mascota-humano al tratar de conciliar el sueño funciona, este binomio puede llegar a ser muy gratificante.
Para los especialistas de Clínica Mayo, los médicos que trabajan con pacientes con problemas de sueño deberían preguntar sobre el ambiente en casa a la hora de dormir y proponer la presencia de animales de compañía para ayudarles a encontrar soluciones y optimizar su sueño. “Nosotros tuvimos resultados no esperados. Acá, el valor de las experiencias individuales no se puede descartar, porque dormir depende –ante todo- de un estado de relajación física y mental”, señaló la doctora Lois Krahn, líder del trabajo.
Tener una mascota bien cuidada en el hogar aporta, además de alegría, una vida más saludable. En Europa, por ejemplo, se está desarrollando la terapia asistida por animales de compañía, que consiste en la participación de estas mascotas en intervenciones terapéuticas aprovechando que el animal puede ser un puente de comunicación entre el médico y el paciente.
El efecto es más patente en los niños y ancianos, pero también beneficia a personas autistas, enfermos del corazón, con parálisis cerebral, con enfermedades terminales o mentales, con trastornos de comportamiento o que han sido víctimas de abuso.
Para fortalecer el vínculo entre dueño y mascota y, al mismo tiempo, mantener comunidades humanas saludables, es recomendable conocer las características más relevantes de los animales y fomentar la tenencia responsable de ellos.
Por Carolina Faraldo Portus
