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En el espacio Ñangareko se ofrecerá un servicio amigable, apropiado para la edad, tanto para las embarazadas como para las que no desean estarlo. La clínica se ejecutará utilizando los protocolos y directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Nuestro objetivo es proporcionar un entorno seguro y confidencial, sin necesidad de programar citas, que pueda satisfacer las necesidades de una adolescente en una sola visita, incluida la evaluación con un médico especialmente capacitado, pruebas de diagnóstico, medicamentos o vitaminas si es necesario, y un plan de seguimiento”, sostuvo la doctora Carol Lole Harris, representante de la fundación.

Indicó que los atributos clave de cualquier proyecto en el que trabajan es que sean sostenibles, replicables y de alto impacto, y que la mejor manera de lograrlo es mediante la construcción de capital humano. 

“El objetivo de la fundación es ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades para triunfar en el complicado mundo en el que se encuentran. En Chile y Perú, nuestros principales proyectos están basados en la educación, pero aquí en Paraguay nos hemos centrado en la atención de salud para adolescentes y madres jóvenes”, agregó.

Se estima que una de cada cinco mujeres en Paraguay se convertirá en madre antes de los 20 años. Las adolescentes embarazadas pueden enfrentar el estigma social, pero también la madre y el bebé corren riesgo en áreas importantes de la vida como fracaso escolar, pobreza y enfermedad mental. Además, es posible que no busquen la atención médica adecuada, lo que puede ocasionar mayores riesgos de complicaciones médicas.

“Gran parte de nuestro enfoque se centra en la capacitación y el desarrollo de habilidades con profesionales locales. En Paraguay nos hemos concentrado en dos proyectos: salud sexual de los adolescentes y preeclampsia. Este boletín se centrará en el primero, ya que estamos en una etapa muy emocionante con nuestra primera clínica abierta en diciembre aquí en el Hospital de Clínicas”, manifestó la doctora Lole.

La evidencia ha demostrado que proporcionar a los jóvenes una educación sexual integral -información científicamente precisa y basada en los derechos sobre la sexualidad y la salud reproductiva apropiada para su edad- es efectiva para mejorar su salud. La falta generalizada de tal preparación actualmente deja a los jóvenes vulnerables a la coerción, abuso, explotación, embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH.

Quizás la parte más simple de la preparación ha sido la transformación del espacio en el edificio del hospital. La clínica se encuentra en una excelente ubicación, cerca de la entrada del recinto. El área es lo suficientemente grande para tres salas de consulta más un consultorio adicional para la obstetra y la habitación de una partera.