GeriatrÃa
Ejercicio vigoroso es seguro para pacientes con párkinson
Las personas con la patologÃa en etapa inicial pueden ralentizar su progresión mediante un régimen de actividad fÃsica intensa.
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurológico progresivo. Las limitadas pruebas existentes indican que el ejercicio de resistencia, en particular el de alta intensidad, modifica la gravedad de la patologÃa.
El objetivo de este estudio (Daniel Corcos y colegas de la Universidad de Northwestern, en Chicago) fue examinar la factibilidad y seguridad del ejercicio de alta intensidad en cintas de correr en pacientes con EP de novo que no recibÃan. Además, se analizó si el efecto sobre los sÃntomas motores justifica un ensayo de fase 3. El diseño correspondió a un ensayo clÃnico aleatorizado multicéntrico de fase 2 con 3 grupos y evaluadores enmascarados. Las personas de las clÃnicas ambulatorias y comunitarias fueron inscritas desde el 1 de mayo de 2012 hasta el 30 de noviembre de 2015, con el punto final primario a los 6 meses.Â
Los participantes correspondieron a personas con EP idiopática (Etapas de Hoehn y Yahr 1 o 2) de 40 a 80 años de edad dentro de los 5 años del diagnóstico y que realizaban actividad fÃsica de intensidad moderada más de 3 veces por semana y que no se esperaba que necesitaran medicamentos dopaminérgicos dentro de los siguientes 6 meses. Finalmente, un total de 384 voluntarios fueron evaluados por teléfono; 128 fueron asignados aleatoriamente a 1 de cada 3 grupos (ejercicio de alta intensidad, moderada o control). Las intervenciones del estudio fueron ejercicio vigoroso en caminadora (4 dÃas a la semana, 80% - 85% de frecuencia cardÃaca máxima [n = 43]); de moderada intensidad (4 dÃas a la semana, 60% - 65% de frecuencia cardÃaca máxima [n = 45]; o control de lista de espera (n = 40). Las medidas de factibilidad fueron el cumplimiento de la frecuencia cardÃaca prescrita y la frecuencia de ejercicio de 3 dÃas a la semana y la seguridad. El resultado clÃnico fue el cambio en la puntuación de la Escala unificada para la evaluación de la Enfermedad de Parkinson (UPDRS por sus siglas en inglés), parámetro para determinar el grado de progresión de la patologÃa. Â
Las tasas de ejercicio fueron de 2,8 (IC del 95%: 2,4 - 3,2) dÃas a la semana al 80,2% (IC del 95%: 78,8% - 81,7%) de frecuencia cardÃaca máxima en el grupo de alta intensidad y 3,2 dÃas a la semana en el grupo de intensidad moderada. El cambio medio en la puntuación motora de la Escala en el grupo de alta intensidad fue 0,3 (IC del 95%: -1,7 a 2,3) en comparación con 3,2 (IC del 95%: 1,4 a 5,1) en el grupo de atención habitual (P = 0,03). Por último, los eventos musculoesqueléticos adversos previstos no fueron graves.
En suma el ejercicio de alta intensidad puede ser factible y prescrito de forma segura para los pacientes con enfermedad de Parkinson. Por lo tanto, se justifica un ensayo de eficacia para determinar si la actividad fÃsica en cintas de correr produce beneficios clÃnicos significativos contra la patologÃa.Â